Entendamos que todos tenemos que trabajar para satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo. Pero si actuamos sólo para nuestra propia satisfacción, para nuestra propia satisfacción, buscando sólo el placer de nuestros sentidos, entonces también debemos aceptar las consecuencias que trae el karma, ya sea bueno o malo, en vidas futuras…
Por otro lado, si actuamos sólo para la satisfacción de Krishna, si le ofrecemos todos los frutos de nuestras acciones, así como todo lo que hacemos, esta acción toma el nombre de «servicio devocional», y es a partir de entonces gratuita. de todo karma. Nuestros pensamientos, palabras y acciones ya no tienen consecuencias. Actuar con conciencia de Krishna o conciencia de Dios significa realizar sacrificios.
La acción realizada como servicio devocional no sólo nos protege de las reacciones del karma, sino que nos eleva gradualmente al servicio de amor espiritual ofrecido al Señor. Esta es la clave del reino de Dios.
Educación espiritual, el arte de vivir según las enseñanzas de Dios.
Al principio de todas las cosas está Krishna, Dios, la Persona Suprema, en su forma personal, primordial, infinita, absoluta, toda de conocimiento, bienaventuranza y eternidad. Luego está el alma espiritual, en su posición original de sirviente eterno de Krishna, tal es el comienzo de la educación espiritual.
El Señor dice: « Cuando conozcáis la verdad, comprenderéis que todos los seres son parte integral de Mí, que viven en Mí y me pertenecen ».
Al recibir conocimiento de labios de un ser consciente de su identidad espiritual y del verdadero valor de las cosas, entonces podrás comprender que todos los seres son minúsculos fragmentos de Krishna, Dios, la Persona Suprema, parte integral de su persona divina. .
Krishna es Dios, la Persona Suprema, Él es la causa original de todas las causas. De Él emanan los innumerables Avatares, así como todos los seres vivientes.
Un gran escritor escribió: «La soledad no es la ausencia de compañía, sino el momento en que nuestra alma es libre de conversar con nosotros y ayudarnos a decidir sobre nuestra vida».
Esto está mal, porque no tenemos alma, ya que cada uno de nosotros es en realidad un alma espiritual eterna. Demasiadas personas cometen el error de hablar de su alma como si fuera un ser exterior a ellos, apegado a ellos o viviendo junto a ellos. Pero la verdad es bastante simple: «Somos el alma». El alma es nuestro Ser real, nuestra verdadera identidad espiritual.