En verdad, es la fuerza vital la que da al alma su poder, y este último reposa en el alma individual y en el Alma Suprema, Dios, y es gracias a la presencia de esta fuerza vital que el cuerpo se desarrolla y crece. Además, más allá de la existencia del cuerpo, está el Alma Suprema y el alma individual, ambas residiendo en el corazón del ser vivo, humano o animal.
Este es el primer hito del conocimiento espiritual. El cuerpo existe gracias a la presencia del Señor Supremo que activa allí los sentidos así como la mente, y que permite que el alma individual, un minúsculo fragmento, parte integral de la Persona Divina, Krishna, lo utilice a su conveniencia.
El alma espiritual es por naturaleza una entidad espiritual asexual y, por tanto, no es ni masculina ni femenina. No tiene pasado, ni presente, ni futuro, y no envejece como el cuerpo, porque es eternamente joven, ni engendra descendencia. Siendo por naturaleza de esencia espiritual, una partícula diminuta, una parte integral del Señor Krishna, el alma debe desprenderse de la materia y regresar al mundo espiritual, de donde vino y donde está su hogar original. Este es el verdadero propósito de la existencia.
La educación espiritual difunde el conocimiento de Krishna, Dios, la Persona Suprema, como realmente es, así como Su sublime enseñanza, especificando que todos debemos vivir de acuerdo con la enseñanza del Señor. Proporciona los medios para que aquellos que buscan la elevación espiritual la logren, y alcancen la conciencia de Krishna. Revela la verdad existencial y absoluta.
Permite conocer las buenas cualidades, la actitud correcta, el comportamiento ideal, las de pureza que el hombre debe adquirir y manifestar en todo momento, para evitar seguir los caminos que conducen a la ignorancia de la verdad, a la perdición y que multiplican el sufrimiento.
Enseña lo que se debe hacer absolutamente y explica lo que sobre todo no se debe hacer.
La educación espiritual es la base de la ciencia de Dios, de la enseñanza del Señor, nos permite saber que el alma espiritual es diferente y distinta del cuerpo material en el que reside, y que el alma, que cada uno de nosotros es realmente y no el cuerpo con el que erróneamente nos identificamos, es el punto central de la vida.
Lo transmite un auténtico maestro espiritual, un verdadero servidor íntimo de Dios, que conoce a Krishna y ha visto la verdad, pero también los padres devotos del Señor, que quieren guiar a sus hijos por el buen camino, que consiste en vivir según las enseñanzas de Dios, por su propio bien.
Por desgracia, la educación espiritual está totalmente ausente de la civilización actual. Nadie conoce su verdadero interés, que es el del alma espiritual y no el del cuerpo material, ni su verdadera identidad espiritual. La verdadera educación es espiritual, no material.