que enseguida ha reducido a cenizas a todas las viles serpientes que son los deseos materiales».
La Consciencia de Krishna engendra toda la feliz fortuna
La acción es realmente propicia cuando lleva el bien a todos los seres.
«El que se compromete en el servicio de devoción en plena consciencia de Krishna, hay que verlo como el mayor de los benefactores; a través de su obra, lleva la alegría a todos los seres y no solo a los hombres, sino también a los animales y las plantas, a los que también cautiva».
Todavía hay que añadir que quien se compromete en la Consciencia de Krishna y adopta la práctica del servicio de devoción, ve cómo se desarrollan en él todas las cualidades que se encuentran normalmente en los seres de los planetas edénicos.
«El hombre, movido por una fe firme en el Señor, Sri Krishna y sin duplicidad adquiere todas las cualidades de los seres de los planetas edénicos».
Solo el servicio de devoción concede atraer a Krishna.
El servicio de devoción fascina incluso a Krishna. Él que fascina a todos y por esa razón lleva el nombre de Madana-mohana, que significa que Su gracia indecible tiene más encanto que mil Cupidos reunidos. Ahí lo tenemos encantado con el servicio de devoción. La misma imagen de la perfección devocional se encuentra en la persona de Srimati Radharani (el poder interno del Señor, su energía interna Personificada) que es todavía más fascinante que el Infinitamente Fascinante. Por eso los sabios virtuosos la llaman Madana-mohana-mohani, la que fascina a Aquel que venera Cupido.
Practicar el servicio de devoción es seguir las huellas de Srimati Radharani. Por eso, todos los sabios de Vrndavana se ponen bajo su égida para alcanzar la perfección al cumplir su servicio devocional. Como Srimati Radharani dirige las más mínimas expresiones, el servicio de devoción no puede de ninguna manera compararse con las actividades de este mundo. La Bhagavad-gita explica que el poder interno de Krishna, la daivi-prakrti o Srimati Radharani, asegura su protección a las almas magnánimas, a las grandes almas. Y dispuesto así bajo la égida directa de Su poder interno, el servicio de devoción tiene capacidad de atraer incluso a Krishna.
El Propio Krishna lo confirma también cuando enseña:
«Aprende de Mí que la práctica del yoga, la especulación filosófica, la realización de ritos de sacrificios o severas autoridades, el estudio del Vedanta o los actos de caridad no podrían suscitar en Mí la misma atracción que el servicio de devoción que me ofrecen Mis devotos. Por supuesto, todos esos actos tienen un carácter favorable, pero no Me atraen en el mismo grado que el servicio de amor sublime de Mis devotos».