después de la muerte. Llega al mundo espiritual y permanece eternamente en uno de los planetas espirituales conocidos con el nombre de Vaikunthas. El Señor Krishna vive en el más elevado de estos planetas, Goloka Vrindavana.
Todo el mundo debería comprender que, de forma constante, estamos pasando de un cuerpo a otro. El cuerpo muere a cada instante y el alma pasa de un cuerpo a otro sin descanso. Es un hecho establecido médicamente. Los glóbulos sanguíneos cambian sin parar y son reemplazados por otros glóbulos que ocupan su lugar. El orden anterior cambia dejando lugar a un nuevo orden. Es un movimiento perpetuo. Así, el alma pasa del bebé al cuerpo del niño y del cuerpo del niño al del chico. Después transmigra del cuerpo del chico al del adolescente y después al del joven. De esta forma, cuando se acerca el final y el cuerpo ya no cumple correctamente sus funciones, el alma tiene que volver a nacer en otro cuerpo material después de haber abandonado el viejo.
El cuerpo cambia, pero el alma siempre está ahí. Todos recordamos el cuerpo de nuestra infancia, nuestro antiguo cuerpo. Ese cuerpo ya no existe, pero yo existo todavía y he existido en el pasado. Por tanto, debo existir también en el futuro a pesar del cambio de cuerpo. Todo esto se explica con detalle en la Bhagavad-gita y es nuestro deber sacar provecho de todo ese saber.
Quinta pregunta: «¿Para llegar hasta Krishna tenemos que sufrir las vicisitudes de la vida material o es posible dedicarse directamente a la vida espiritual?» Podemos llegar hasta Krishna en menos de un segundo siempre que aceptemos nuestra condición de servidores eternos de Krishna. Aunque hoy me encuentre en este cuerpo material, puedo poner fin de inmediato a sus funciones materiales con solo desarrollar mi Consciencia de Krishna, que consiste en aceptar que soy el servidor eterno de Krishna.
Por desgracia, los materialistas y los espiritualistas piensan, en diferentes grados, que no son servidores de Krishna. Por esa razón, la Bhagavad-Gita declara que tras numerosas reencarnaciones en cuerpos diferentes sometidos a las diversas influencias de la vida, cuando el ser se vuelve sabio se abandona a Krishna. Comprende que Vasudeva, el Señor Krishna es la Causa de todas las causas. Pero es muy difícil encontrar un alma tan grande que acepte a Krishna como Maestro Supremo.
Para nuestra mayor felicidad, por la gracia del Señor Chaitanya, resulta muy fácil reavivar nuestra Consciencia de Krishna gracias al canto del Mantra Hare Krishna. Por eso te aconsejo cantar ese Mantra sublime:
Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare / Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare.
Así serás feliz en esta vida y estarás protegido de las angustias, las inquietudes, las frustraciones, etc., como has mencionado en la primera parte de tu carta. Se trata de