acuerdo a ese sentimiento, estoy abriéndole la puerta a todo tipo de frustraciones y angustias. La consciencia de Krishna nos aporta comprensión pura de nuestra naturaleza, lo que nos permite darnos cuenta de que no somos americanos ni indios, sino solo los eternos servidores de Krishna. Esto nos lleva a comprometernos en el servicio de amor del Señor, que es lo que constituye nuestra verdadera senda espiritual.
Mientras no alcancemos ese nivel estaremos bajo la influencia de la materia. El Movimiento para la Consciencia de Krishna implica el compromiso total de nuestros sentidos al servicio del Señor, al contrario que el modo de vida materialista que nos lleva a la simple satisfacción de nuestros sentidos materiales.
Tu tercera pregunta es: «Como lo ha explicado en “Dos Ensayos”, del mismo modo que el cuerpo está cubierto por una camisa y un abrigo, el alma está cubierta por la mente, la inteligencia y el falso ego. Si esto es verdad, ¿dónde está la mente, la inteligencia y el falso ego? ¿Quién los controla?» El alma controla la mente y la inteligencia. Cuando está libre de la influencia de la materia, el alma controla la mente y la inteligencia de forma diferente a cuando está sometida a ella.
Dicho de otro modo, cuando se le conceden al alma características como el hecho de ser americano o hindú, esta controla la mente y la inteligencia de acuerdo con esa designación y actúa en consecuencia. Del mismo modo, cuando está libre de toda designación material y ella misma se pone al servicio de Krishna, controla la mente y la inteligencia con esa única meta de servicio. De hecho, el alma debe usar la mente y la inteligencia para ponerse al servicio de los demás porque esa es su función natural. Un servidor se tiene que poner al servicio de un maestro. Por eso, cuando el alma se encuentra bajo la influencia de la materia, acepta a Maya como su maestro. Maya es solo ilusión. Al considerarse americana, hindú o cualquier otra cosa, el alma acepta a Maya como su maestro. Quien cree ser americano o hindú está bajo la influencia de la ilusión. Como consecuencia, nuestra función natural y perfecta es servir a Krishna y controlar la mente y la inteligencia desde esa óptica. La conclusión es que el alma, en cualquiera de estas circunstancias, controla siempre la mente y la inteligencia.
Cuarta versión: «¿Adónde nos lleva la vida espiritual? ¿Cómo podemos saber si debemos volver a nacer en nuestra siguiente vida?» Respuesta: La vida espiritual nos lleva a nuestro estado primordial, libre de toda identificación material. La Bhagavad-gita llama a este estado brakma-bhutah. El estado de Brahma-bhutat nos libera de todas las angustias, las penas y la codicia. Una vez alcanzado ese estado, será posible pensar en términos de fraternidad universal. La siguiente etapa consiste en comprometerse totalmente con la Consciencia de Krishna y acercarse así, de forma progresiva, al mundo espiritual donde encontramos la vida eterna, llena de conocimiento y beatitud.
Dicho de otro modo, cuando el alma espiritual está liberada de toda contaminación o designación material, ya no experimenta la transmigración a otro cuerpo material