humano en esta tierra. En los planetas celestiales del deleite, las muchas ventajas materiales hacen imposible estar con los santos sabios.
El nacimiento como ser humano es una oportunidad excepcional para la realización espiritual. Uno puede nacer en un sistema planetario superior entre seres celestiales, pero dadas las muchas ventajas materiales que ofrece tal situación, es imposible escapar de la esclavitud material. Incluso en esta tierra, los que viven en la opulencia no suelen molestarse en adoptar la conciencia de Krishna. Un hombre inteligente que realmente desea liberarse de las redes de la materia debe buscar la compañía de seres puros. A través de su contacto, puede desprenderse gradualmente de toda atracción material por el dinero y las mujeres. Esta atracción constituye el principio fundamental del apego material. Por eso, el Señor Chaitanya Mahaprabhu, el Avatar Dorado, recomendó a todos los que se toman en serio el regreso al mundo espiritual que renuncien a estos dos aspectos de la vida material, para ser dignos de entrar en el reino de Dios. Sin embargo, el dinero y las mujeres pueden dedicarse por completo al servicio del Señor, y quien sabe actuar así puede liberarse de la esclavitud de la materia. Sólo se puede saborear la glorificación de Dios, la Persona Suprema, en compañía de seres santos. Incluso un breve tiempo en contacto con un ser puro puede permitirnos volver a Dios.
Despertemos, porque estamos dormidos.
En realidad, nuestra fuerza vital y nuestras acciones están dormidas. Mientras el ser vivo encarnado no haya alcanzado el nivel espiritual, las distintas partes de su cuerpo, su pensamiento y las demás funciones de su organismo se consideran dormidas. Si el hombre no ha alcanzado el nivel espiritual, todo lo que hace equivale a las actividades de un muerto o un fantasma. Por eso, considerando la actitud de algunos guías espirituales injustos, Jesús dijo de ellos: «Son cadáveres que nada señalan».
Asimismo, las sagradas escrituras originales, también llamadas «El Verdadero Evangelio», afirman: «¡Despierta! ¡Despierta! Tienes la suerte, el privilegio, de tener la forma humana; ahora debes alcanzar la realización espiritual». Debemos redescubrir nuestra verdadera identidad espiritual, y saber que somos en verdad una entidad espiritual, un alma espiritual. El despertar espiritual de los sentidos y de la mente se debe a la acción del poder interior del Señor, que sólo puede alcanzarse a través de la misericordia inconmovible de Dios. Es por la gracia de esta energía que uno puede alcanzar la iluminación espiritual. Funciona en el ser vivo que se entrega completamente al Señor y acepta su posición de siervo eterno. El hecho de ponerse a disposición del Señor Supremo, de estar dispuesto a hacer su voluntad; es entonces cuando Él se nos revela gradualmente por la energía espiritual. Sin esta energía espiritual, es imposible glorificar al Señor con las oraciones.
Cuando el ser individual que es distinto de Dios es verdaderamente reanimado por la energía espiritual, todos sus sentidos se purifican y se dedica exclusivamente al servicio del Señor. En esta etapa, sus manos, sus piernas, sus oídos, su lengua, su