En cuanto a las penitencias ostentosas, que buscan el respeto, el honor y la veneración de los hombres, se dice que pertenecen a la Pasión. Sólo son inestables y efímeras.

Por último, se dice que las penitencias y austeridades realizadas por insensatez y compuestas de torturas obstinadas, o sufridas con el fin de herir, de destruir, son fruto de la ignorancia.

La caridad dictada por el deber, hecha sin esperar nada a cambio, en condiciones justas de tiempo y lugar, y a quienquiera que sea digno, se dice que esta caridad se cumple bajo el signo de la Virtud.

Pero la caridad inspirada por la esperanza de recompensa, o por el deseo de frutos materiales, o hecha de mala gana, se dice que pertenece a la Pasión.

Por último, la caridad que no se hace en el tiempo y lugar oportunos, ni a personas dignas de ella, o que se ejerce de manera irrespetuosa y despectiva, se dice que pertenece a la Ignorancia.

OM tat sat, desde los orígenes de la creación, estas tres sílabas se han utilizado para designar a la Verdad Suprema y Absoluta [Krishna]. Para satisfacción del Supremo, los brahmanas (sabios eruditos) las han pronunciado mientras cantaban himnos védicos (de los Vedas, las sagradas escrituras originales) y realizaban sacrificios.

Así, los espiritualistas siempre comienzan sus sacrificios, austeridades y actos caritativos pronunciando Om (la sílaba Om, vibración sonora espiritual), para alcanzar el Absoluto (Krishna).

Uno debe realizar sacrificios, austeridades y actos caritativos pronunciando la palabra tat, si quiere conocer la meta de estas prácticas espirituales, que es liberarse de las cadenas de la materia.

La Verdad Absoluta es la meta de las prácticas devocionales, y se designa con la palabra sat. Estas prácticas de sacrificio, austeridades y actos caritativos, en armonía con el Absoluto, la Persona Suprema, son para complacerle a Él.

Pero los sacrificios, las austeridades y los actos caritativos realizados sin fe en el Supremo son efímeros, independientemente de los rituales que los acompañen. Se llaman asat (perecederos, efímeros), y son vanos, tanto en esta vida como en la otra.