En cuanto a la felicidad ciega a la realización espiritual, y que de principio a fin no es más que una quimera, nacida del sueño, de la pereza y de la ilusión, se dice que esta felicidad pertenece a la Ignorancia.

Ningún ser, ni en la Tierra, ni entre los seres celestes, en los planetas superiores, está libre de la influencia de las tres gunas.

Sabios eruditos, administradores o guerreros, comerciantes o agricultores y trabajadores se distinguen por las cualidades que manifiestan en la acción, según la influencia de las tres gunas: virtud, pasión e ignorancia.

Serenidad, autocontrol, austeridad, pureza, tolerancia, integridad, sabiduría, conocimiento y piedad son las cualidades que acompañan el acto del sabio erudito.

El heroísmo, el poder, la determinación, el ingenio, el valor en la batalla, la generosidad y el arte de gobernar son las cualidades que acompañan el acto del administrador o guerrero.

La habilidad para cultivar la tierra, cuidar del ganado y comerciar está ligada al acto del comerciante o el agricultor. En cuanto al trabajador, está en su naturaleza servir a los demás con su trabajo.

Siguiendo su propia naturaleza en sus actos, todo hombre puede conocer la perfección. Cómo lograr esto, escúchame decirte ahora.

Al adorar al Señor, el Omnipresente, el originador de todos los seres, el hombre puede alcanzar la perfección en el cumplimiento de su propio deber.

Es mejor cumplir el propio deber, aunque sea imperfectamente, que asumir el deber de otro, aunque sea para cumplirlo perfectamente. Cumpliendo los deberes prescritos, que la propia naturaleza asigna a cada uno, nunca se incurre en pecado.

Como el fuego está cubierto de humo, así toda empresa está velada por alguna falta. Por lo tanto, nadie debe abandonar el acto propio de su naturaleza, aunque esté manchado.

El hombre puede saborear los frutos de la renuncia mediante el simple autocontrol, el desapego de las cosas mundanas y el desinterés por los placeres materiales. Ahí reside la perfección más elevada de la renunciación.

Brevemente, aprende de Mí cómo, si uno actúa de la manera que estoy a punto de explicarte, uno puede alcanzar la perfección suprema, el nivel espiritual.