Las cinco formas de liberación.
A los seres puros que se han rendido a Krishna, el Señor, según sus sentimientos hacia Él, les concede una de estas cinco formas de liberación:
La que consiste en llegar a ser Uno con el Señor(*).
La que permite vivir en el mismo planeta que el Señor.
La que otorga las mismas características corporales que el Señor.
La que permite gozar de la misma opulencia que el Señor.
La que permite vivir en compañía del Señor.
Para el devoto de Krishna, la fusión con el Ser Supremo sería peor que el infierno, pues esta forma de liberación es diabólica.
En verdad, se debe considerar que quien está establecido en la práctica del servicio puro de amor absoluto ofrecido al Señor ya ha alcanzado todas las formas de liberación. El devoto siente naturalmente un gran placer al servir a Krishna, pues este sublime servicio de amor y devoción ofrecido al Señor le proporciona más alegría de la que le proporcionarían estas diversas formas.
En verdad, la liberación es el retorno a la forma espiritual original. Es el retorno del ser, una vez que se ha liberado de toda concepción material de la existencia, a su condición espiritual original. Es ver rotas las cadenas que nos mantienen cautivos de la materia, y encontrar así la verdadera libertad.
Esta es la verdadera resurrección.
(*) En realidad, el ser santo, el devoto, además de rechazar los meros placeres sensuales, no acepta para sí ninguna de estas formas de liberación, y menos aún la primera, que consiste en fundirse en el resplandor del Señor, como desean los impersonalistas (los que afirman que Dios es un Ser Impersonal informe, como los creyentes en la Tierra), los teóricos y los seguidores de la meditación.