Al dedicarnos al servicio del Señor, nos liberamos de todo karma, bueno o malo. Finalmente comprendemos que todos nuestros sufrimientos se deben únicamente a nuestro karma anterior. Sabemos bien que la condición del cuerpo, así como la del alma, depende de Krishna.
En realidad, el devoto cuida de su cuerpo por obligación, para poder servir mejor al Señor. Sea cual sea su situación, el devoto mantiene una perspectiva espiritual y utiliza su cuerpo sólo para fines espirituales. Esta es la verdadera medicina, la que pone fin a todas las enfermedades.
Cada acto genera un efecto por sí mismo, reforzando así la cadena material que mantiene a su autor cada vez más aprisionado en la materia, y sufriendo por ello.
Esta cadena de acciones y sus consecuencias sólo puede romperse cuando uno se pone al servicio de Dios y actúa por Él.
El Señor aconseja: Abandónate totalmente a mí, y yo te protegeré de todos los peligros. Nunca más experimentarás los problemas asociados con el nacimiento y la muerte. Por Mi gracia, conocerás la paz absoluta, y llegarás a Mi morada eterna y suprema. Doy fe y refugio a todo aquel que se rinde a Mí y jura servirme para siempre, pues tal es Mi naturaleza.
Es sólo a través del servicio devocional que uno puede conocerme como soy. Y el ser que, a través de tal devoción, llega a ser plenamente consciente de Mi Persona, puede entonces entrar en Mi reino absoluto.
Sólo sirviéndome con amor y devoción indivisibles se puede conocerme tal como soy, y verme en verdad. Así, y sólo así, se puede penetrar en el misterio de mi Persona. Puedes proclamarlo con fuerza, Mi devoto nunca perecerá.
Logos 476
Las ramas de la fe, la perfección del acto y el más secreto de los conocimientos.
Las gunas o modos de influencia de la naturaleza material: virtud, pasión, ignorancia, condicionan al ser encarnado.
En cuanto a los que no siguen los principios de las escrituras, sino que se dedican a un culto de su propia invención, ¿cuál es su condición, oh Krishna?
¿Es la de la virtud, la de la pasión o la de la ignorancia?