El canto de los Santos Nombres de Krishna confiere todos los frutos de la austeridad.
El canto de los Santos Nombres de Dios es el único refugio de los devotos puros de Krishna, desprovistos de cualquier deseo personal. Por lo tanto, basta con que estos seres santos se dediquen a esta austeridad para alcanzar, como Brahma, la perfección.
El único sacrificio válido disponible para los seres humanos hoy en día es el canto de los Santos Nombres de Dios, que es también la austeridad más pura.
Haré Krishna, haré Krishna, Krishna Krishna, haré haré / Haré Rama, haré Rama, Rama Rama, haré haré.
Este maravilloso canto en sánscrito significa: Oh Energía del Señor, Oh Señor, Oh Fuente de toda la felicidad, por favor hazme tu amada sierva (tu amada doncella). Haré es la energía del Señor, Krishna y Rama son sus Santos Nombres.
El canto de los Santos Nombres de Krishna le permite a uno alcanzar la más alta perfección, que antes era alcanzable sólo a través de severas austeridades.
Quien desee entregarse al ascetismo y a la penitencia para alcanzar la meta suprema debe obtener el favor del Señor Supremo. Se dice de quien obtiene este favor que ya ha realizado con éxito todo tipo de austeridades y penitencias.
Como enseña el Señor, Krishna es el Maestro de toda penitencia y sacrificio. Él es quien otorga el fruto deseado por el asceta. Incluso quien nace en una familia pobre y desfavorecida, la más baja entre los nacimientos humanos, se volverá glorioso si canta el himno de los Santos Nombres de Dios. Esta es la prueba innegable de que el ser santo ya ha practicado todo tipo de austeridades en su vida anterior.
Quien desee ser reconocido por Krishna, el Señor Supremo, debe cantar los Santos Nombres sin cesar, las veinticuatro horas del día.
La vida humana está destinada a la práctica de austeridades trascendentales. Uno puede volverse puro hasta el punto de estar libre de la contaminación material y regresar a Dios, a nuestra morada original, simplemente cantando los Santos Nombres de Krishna.
La civilización humana se basa en cuatro principios reguladores y cuatro pilares.
Los cuatro principios reguladores son:
No tengas relaciones sexuales ilícitas, fuera del matrimonio, porque el exceso de sexo arruina la pureza.
No comas carne, pescado, huevos, y evita el ajo y la cebolla, ya que destruyen la misericordia, la compasión.
Abstenerse de todo tipo de intoxicantes como el alcohol, el tabaco, la cafeína, el té, la marihuana y otras drogas, ya que destruyen la austeridad.
No te entregues a los juegos de azar ni a la especulación monetaria, porque esto arruina la veracidad, la honestidad.