Palabras de sabiduria, la sabiduria de Dios
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Logos 467

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Los seres celestiales son todos seres virtuosos, servidores de Dios y emanaciones de su poder.

Origen de los seres celestes.

Siva, también llamado Shiva o Rudra o Sambhu o Sankara, es una emanación completa del Señor Sankarsana, que es una emanación completa de Krishna. Es por su propio poder que Siva crea todos los seres celestiales, los cinco elementos y los sentidos. En realidad es la manifestación de la ignorancia, uno de los atributos del Señor Supremo. Por eso su cargo es el más prestigioso.

Siva dice de él: De Brahma yo mismo he nacido como representación del falso ego conocido como Rudra. Por mi propio poder creo todos los demás seres celestiales, los cinco elementos y los sentidos.

Por lo tanto, adoro al Señor Soberano que es más grande que cualquiera de nosotros, y bajo cuyo dominio están todos los seres celestiales, los elementos materiales, los sentidos, e incluso Brahma, así como mi propia persona, como pájaros atados por una cuerda. Sólo por la gracia del Señor podemos crear, mantener y destruir el universo material.

Por lo tanto, ofrezco mi respetuoso homenaje al Ser Supremo.

Los seres celestiales que habitan los planetas edénicos y celestiales que componen la región superior de la galaxia tienen un cuerpo diferente al de los seres humanos.

Los seres celestiales son encargados por el Señor Krishna o Visnu, de velar por los intereses y el buen funcionamiento de la galaxia material. Esto es así para todas las galaxias.

Los seres celestiales, que habitan en los planetas superiores, están dotados de ojos capaces de ver al ser celestial, el maestro del Sol, a través de la deslumbrante luminosidad que envuelve su persona.

Cada planeta tiene su propia atmósfera, según la influencia de la naturaleza material. Cada planeta tiene su propia atmósfera, y si uno desea ir a un planeta determinado, es necesario adaptar su cuerpo a las condiciones climáticas de ese planeta. Por lo tanto, es necesario, para permanecer en uno u otro, adquirir el tipo de cuerpo adaptado al de su elección.

Quizá los habitantes de la tierra puedan llegar a la luna, pero los seres celestiales pueden alcanzar la esfera ígnea del sol. Lo que es imposible para el hombre se convierte en fácil para los seres celestiales de los planetas superiores, pues sus cuerpos son diferentes.

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