Verdaderamente, durante todas las fases de la manifestación cósmica; su aparición, mantenimiento, crecimiento, interacciones de sus diversas energías, su decadencia y desaparición, todo descansa en la existencia de Dios, la Persona Suprema.

Por lo tanto, cuando se olvida esta relación fundamental de todas las cosas con el Señor y se considera real lo que no tiene conexión con Él, se considera que tal concepto proviene de la energía ilusoria del Señor.

Para apoyar esta verdad, el Señor dice: No hay nada que exista aparte de Mí, eso es lo que debes entender claramente. Nada está separado de Mi Persona. Toda la manifestación cósmica descansa en Mí, no está separada de Mi Persona. Antes de la creación, yo ya existía.

Dado que nada puede existir fuera de Él, hay que admitir que la energía ilusoria es en realidad una energía del Señor. El concepto correcto de ver todas las cosas en relación con el Señor se llama energía de unión, mientras que la energía de la ilusión se caracteriza por ver una cosa independientemente de su relación con el Señor.

Ahora bien, como nada puede existir de forma independiente o separada de Él, estos dos mayas están necesariamente relacionados con Dios, con Su Persona. Sin embargo, el concepto erróneo de disociar del Señor lo que sólo existe en relación con Su Persona no es falso, sino ilusorio.

Confundir una cosa con otra se llama ilusión. Por ejemplo, confundir una cuerda con una serpiente es una ilusión, pero la cuerda no es falsa. La persona que se engaña sí tiene una cuerda delante, pero su visión de ella es ilusoria. Además, el concepto erróneo de que la manifestación material está separada de la energía del Señor es una ilusión, pero esta manifestación material no es errónea. Este concepto ilusorio es un reflejo de la realidad que aparece en la oscuridad de la ignorancia. Así, todo lo que parece no ser producido por la energía de unión de Dios se llama maya.

Creer que el ser separado o el Señor no tiene forma es también un engaño. De pie en el campo de batalla de Kuruksetra, en medio de dos ejércitos que luchan entre sí, el Señor declara que Arjuna, Su discípulo y devoto puro, y todos los combatientes allí reunidos, así como Él mismo, existieron en el pasado, que existen en el presente, y que también en el futuro serán siempre individuos distintos entre sí, incluso cuando sus cuerpos sean aniquilados y se liberen de la esclavitud a la existencia material.

El Señor y los seres creados permanecen siempre como personas separadas. Nunca pueden perder esta naturaleza personal. Pero sólo la influencia de la energía ilusoria, ese reflejo de la luz en la oscuridad, puede más bien desaparecer por la misericordia del Señor.

El ser separado no tiene independencia real, sino sólo un reflejo de la independencia de Krishna, el Ser Supremo. Por lo tanto, el alma condicionada por la materia y la energía ilusoria, que pretende ser supremamente independiente, está bajo las garras de la ilusión. Este engaño golpea a los seres con un pobre bagaje de conocimientos.