¿Por qué Dios inflige castigos?
Dios inflige el castigo con el único propósito de hacer entrar en razón al malhechor y hacerle consciente de su error.
Por otra parte, el castigo también permite borrar el acto culpable cometido en la vida pasada, hacer penitencia, mostrar arrepentimiento, proponerse no volver a hacerlo, pero sobre todo volverse al Señor, para obedecerle y hacer su voluntad divina.
Cómo desarrollar la fuerza interior y protegerse de las personas malvadas que dicen mentiras y demonios.
Para conseguirlo, es imprescindible poner a Dios en nuestra mente, pensar en Él de forma constante e ininterrumpida, y en segundo lugar, conocer la ciencia espiritual pura de la que el Señor es autor, así como los datos contenidos en los libros «Palabras de Krishna, Cristo, Dios, la Persona Suprema», y «Palabras de Dios».
Equipados con estos tres elementos básicos, podremos confundir a los mentirosos y otros seres demoníacos y no caer en sus trampas. Así nos preservaremos de todas las caídas.
Conocer a Dios a la perfección, aprender todos los datos contenidos en los tres libros mencionados, que Él ha revelado a la humanidad, y al mismo tiempo querer descubrir la verdad absoluta, saciará la sed de conocimiento y aliviará todos los sufrimientos causados por el pensar, el hablar y el actuar.
En verdad, no hay otra forma de escapar del sufrimiento para los seres humanos. La conciencia de Dios, o conciencia de Krishna, es la más alta bendición para la humanidad. Cura los sufrimientos del nacimiento, la enfermedad, la vejez, la muerte y la maldad. Conduce a la adopción del servicio de amor y devoción ofrecido a Dios, y así desarrolla el amor por Krishna, el Supremo Eterno.
La conciencia de Dios significa tener un deseo ardiente de conocer a Dios, de amarlo, de obedecerlo, de entregarse a Él, de hacer constantemente su voluntad, de servirlo con amor y devoción, de actuar para Él y de difundir sus glorias.
Entonces Dios, que lo controla todo, nos tomará bajo su protección. Todos nuestros sufrimientos desaparecerán y nadie podrá hacernos daño.