materia y a pasar por el ciclo del renacimiento o reencarnación, de la enfermedad, de la vejez y de la muerte, perpetuamente, y a sufrir así en cada existencia.
La más alta perfección del ser humano es pensar constantemente en Krishna, Dios, la Persona Suprema, y recordar al Señor a lo largo y al final de su vida.
El mundo espiritual donde reside Dios es completo, sin rastro de imperfección, todo conocimiento, dicha, eternidad, calma, paz y libre de las garras del tiempo. Todo es pura virtud y verdadero esplendor. Ningún ser impuro e imperfecto puede entrar en él. Sólo pueden entrar los que aman a Dios, los que le obedecen, los que hacen su voluntad, los que se rinden a Él y le sirven con amor y devoción. Así que vayamos allí.
Liberémonos de las ataduras materiales y alcancemos la verdadera libertad.
Todos los grandes sabios se dedicaron al servicio del Señor Supremo y Absoluto, que está más allá de los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material; la virtud, la pasión y la ignorancia, para obtener el mayor beneficio, para liberarse de las condiciones materiales.
Quien sigue sus pasos está capacitado para obtener la liberación del mundo de la materia, el mundo del sufrimiento. El objetivo último de las prácticas religiosas o espirituales no es obtener algún beneficio material, ni tampoco adquirir el simple conocimiento que permite discernir lo espiritual de lo material. Es liberarse de la esclavitud material y del placer de los sentidos y encontrar una existencia de pura libertad en el mundo espiritual, donde Dios reina como Maestro Absoluto. Por lo tanto, el Señor mismo enuncia los principios y las leyes de la religión, cuya meta es conocida sólo por las grandes almas y los grandes maestros eruditos en la ciencia de Dios y en el reino espiritual, que es ir a Krishna en Su reino espiritual eterno y absoluto. Los grandes santos o grandes devotos, agentes calificados del Señor, todos practican el servicio de amor y devoción que ofrecen constantemente a Krishna, Dios, la Persona Suprema. Así, los que desean su propio bien seguirán los pasos de estos grandes sabios, pues así obtendrán el beneficio final.
En verdad, los seres condicionados por la materia y la energía ilusoria se han esclavizado a la energía material a través de su forma de «materia», y al placer sensorial que resulta de sus cuerpos. La esclavitud material proviene de ponerse bajo el dominio de la materia debido al falso ego [la identificación del ser con el cuerpo], el deseo de dominar la naturaleza material siendo esclavo de los sentidos. Dos tendencias se manifiestan en el ser. La primera es el deseo de dominar la naturaleza material o llegar a ser tan grande como el Señor Supremo, porque todos en este mundo desean ser los más grandes [vemos esta tendencia en los gobernantes autoritarios, que, cegados por su posición y el poder resultante, en realidad piensan que son la persona Suprema], y la segunda, envidiar a Krishna, Dios, la Persona Suprema. Ahora bien, estos dos factores, desear convertirse en el Señor y envidiar a Dios, son la causa principal de la esclavitud material.