controlar su mente ni fortalecer su inteligencia, ¿cómo puede estar serena y cómo puede disfrutar de la felicidad sin ella?

Al igual que un viento fuerte arrastra un barco por el agua, basta con que uno de los sentidos arrastre la mente para que la inteligencia sea arrastrada.

Por lo tanto, quien aparta sus sentidos de sus objetos posee una inteligencia segura. Lo que es la noche para todos los seres se convierte, para el hombre que ha dominado sus sentidos, en el momento del despertar. Lo que es la noche para todos los seres es el momento del despertar para el sabio recogido. Sólo puede encontrar la serenidad aquel que permanece imperturbable a pesar del incesante flujo de deseos, como el océano permanece inalterable a pesar de los mil ríos que desembocan en él, pero no aquel que busca satisfacer estos deseos.

El que ya no se siente atraído por los placeres materiales, que ya no es esclavo de sus deseos, que ha rechazado todo espíritu de posesión y que se ha liberado del falso ego, es el único que puede conocer la serenidad perfecta.

Tales son los modos de la espiritualidad. El que se instala allí, incluso en el momento de la muerte, sale de su confusión, y el reino de Dios se abre para él.

El conocimiento que Krishna, Dios, la Persona Suprema, ofrece a través de esta sublime enseñanza, y el Bhagavad-gita o «Canto del Señor», [Palabras de Krishna, Cristo, Dios, la Persona Suprema], marca el comienzo de la vida espiritual.

Cada acto material, con sus consecuencias, está regido por las tres gunas. Los actos son materiales cuando se realizan con la esperanza de recoger los frutos para uno mismo, y son éstos los que nos mantienen atrapados en el mundo de la materia bruta. Los Vedas se ocupan de las actividades materiales para alejar gradualmente a las personas de su vida de placeres materiales y conducirlas hacia la más alta espiritualidad.

Debemos elevar nuestra conciencia al nivel espiritual e indagar en la trascendencia suprema. Todos los habitantes del universo material tienen que luchar por su deseo. Es para ellos que el Señor, después de crear el universo material, reveló el conocimiento védico [de los Vedas, las escrituras sagradas originales], para que pudieran aprender a llevar sus vidas de tal manera que se liberaran de la materia. Después de tratar cómo obtener los placeres materiales, las sagradas escrituras ofrecen la posibilidad de alcanzar la realización espiritual.

Todas nuestras acciones, con sus consecuencias, están regidas por las gunas mientras viva nuestro cuerpo material. Simplemente tenemos que aprender a no dejarnos afectar por la dualidad de las alegrías y las penas, el calor y el frío, etc. Si las toleramos, podremos alcanzar la realización espiritual. Si los toleramos, la angustia causada por el deseo de ganancia y el miedo a la pérdida se disipará totalmente. El hombre alcanza esta paz espiritual cuando es plenamente consciente de Krishna, y confía enteramente en Su buena voluntad.