El Señor aparece y desaparece en innumerables galaxias, y cuando está presente en una galaxia en particular, esa galaxia está bañada en luz espiritual, mientras que otra, que acaba de dejar, se sumerge de nuevo en la oscuridad.

Sin embargo, estos entretenimientos son eternos. En efecto, el Señor está siempre presente en una u otra de las innumerables galaxias. La desaparición de Krishna, Dios, la Persona Suprema, en una galaxia dada corresponde al comienzo de Sus muchos entretenimientos en otra galaxia. Para ser más precisos, tan pronto como un entretenimiento termina en la tierra, por ejemplo, comienza a manifestarse en otros lugares. Así, sus entretenimientos eternos continúan sin cesar. Pero dondequiera que esté el Señor Krishna, todos Sus maravillosos entretenimientos tienen lugar a intervalos regulares.

Con la puesta de sol, las serpientes cobran fuerza, los ladrones sienten más valor y los espectros se activan, pero los lotos se marchitan y los pájaros cakravaki se lamentan.

Del mismo modo, cuando el Señor Krishna desaparece, los ateos se sienten vigorizados, pero los seres santos se lamentan.

El Señor nos enseña cuáles son los verdaderos principios reguladores: el conocimiento, el desapego y la opulencia.

Los verdaderos principios reguladores son los que conducen a Mi servicio devocional. El verdadero conocimiento es la conciencia que revela Mi presencia omnipresente. El desapego es el desinterés total por los objetos de gratificación material de los sentidos, y la opulencia representa las ocho perfecciones místicas.