Logos 414
Son las actividades dirigidas a la satisfacción de los sentidos y cuyo único propósito es complacer a la mente y a los sentidos, las que son la causa de la esclavitud a la materia. Mientras el alma se entregue a estas acciones egoístas, no dejará de reencarnarse de una especie a otra.
Krishna, Dios, la Persona Suprema dice:
«Cuando uno considera la gratificación de los sentidos como la meta de su vida, se involucra en la vida material hasta el punto de la locura y se entrega a todo tipo de actividades pecaminosas. No sabe que es a causa de sus fechorías pasadas que ya se le ha dado un cuerpo material, que, a pesar de su naturaleza transitoria, es la causa de su sufrimiento. La verdad es que el ser separado nunca debería haber tomado esta envoltura carnal, pero le ha sido dada para la satisfacción de sus sentidos. Por lo tanto, no creo que sea conveniente que un hombre inteligente se enrede de nuevo en actividades materiales que le obliguen a revestirse de cuerpos, vida tras vida. Mientras el ser vivo no indague en los valores espirituales de la existencia, deberá experimentar la derrota y los males de la ignorancia.»
Ya sea virtud o pecado, el karma da sus frutos, y si una persona está involucrada en cualquier forma de karma, se dice que su mente está «contaminada» con el deseo de disfrutar de los frutos de la acción.
Mientras la mente permanezca impura, la conciencia permanecerá oscurecida, y mientras uno siga el camino de la acción interesada, deberá revestirse de un cuerpo material. Cuando el ser viviente está bajo la influencia de la ignorancia, no puede comprender la naturaleza del alma separada [el alma espiritual individual separada de Dios] y la del Alma Suprema, su mente está entonces unida a la acción interesada.
Por lo tanto, mientras no tenga amor por Dios, ciertamente no estará exento de revestirse de cuerpos materiales.
El Señor añade: «Bajo la influencia de las tres gunas [los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material; la virtud, la pasión y la ignorancia], el alma engañada por el falso ego [creyendo ser el cuerpo] cree que es la autora de sus actos, mientras que en realidad los realiza la naturaleza material.»