Logos 418
La galaxia material es, en realidad, como una esfera ovoide, un universo completo en sí mismo pero mucho más pequeño que el cosmos. Es un conjunto dinámico de estrellas y planetas.
El cosmos material, también llamado universo, se define como el conjunto de todo lo que existe. El conjunto de la materia, materia densa y materia etérea, distribuida en el espacio-tiempo. Se rige por un cierto número de leyes divinas.
El cosmos es toda esta manifestación material, con innumerables galaxias de diversas formas y tamaños.
Los Vedas, las escrituras sagradas originales también llamadas «el verdadero evangelio», llaman a las galaxias «universos», porque cada una de ellas es en realidad un universo completo más pequeño y contiene todos los elementos de la energía material global.
En verdad, toda manifestación cósmica no es sino la energía del Señor Supremo. La creación entera consiste en varias manifestaciones de Su energía. La energía superior del Señor, Su energía interior, que no es otra que la energía espiritual y dichosa del Señor, manifiesta el mundo espiritual, y Su energía inferior, Su energía exterior, que no es otra que la energía material, manifiesta el cosmos material, y así se transforma en la naturaleza material. Dado que la energía material es de naturaleza inferior, el ser humano tiene el poder de escapar de sus garras para aprovechar al máximo la energía espiritual. La energía superior está en todos los planetas de todas las galaxias que flotan en el cosmos material velada por la energía inferior, que somete al ser vivo a los sufrimientos inherentes al universo material según el grosor del velo que lo cubre. Es la energía material la que enmascara la existencia de la energía superior, espiritual, e impide al ser humano percibir y detectar la presencia de esta última.
De todo el cosmos material, debemos entender que todas las cosas visibles provienen de la energía del Señor Krishna, de Su energía externa. La mayoría de los hombres saben que la creación es obra de Krishna, Dios, la Persona Suprema, que nada es autocreado, pues nunca en este mundo el hombre ha visto que algo salga de la nada. La energía material, que consiste en tierra, agua, fuego, aire y éter, es una de las innumerables energías del Señor Supremo. Esta energía creadora actúa bajo la autoridad de Dios. Los distintos planetas que componen las diferentes galaxias ofrecen diferentes condiciones de existencia; por ello, se dice que algunos están más evolucionados que otros, y lo mismo ocurre con la inteligencia de los seres que los habitan.
La naturaleza no funciona automáticamente.
Sólo porque el Señor lanza su poderosa mirada sobre la energía material, ésta realiza toda clase de maravillas.
El ateísmo filosófico cree que es la energía material omnipresente la que da lugar a la manifestación cósmica, pero esto es un error. La materia, por naturaleza inerte, no tiene ningún poder activo, por lo que no puede actuar de forma independiente. Es el Señor quien infunde su propio poder creativo en los componentes de la materia, sólo entonces, por voluntad de Dios, la Persona Suprema, la materia cobra vida y se transforma a través de diversas interacciones, iniciando una reacción en cadena. Dios es el originador de todo lo que ocurre en la naturaleza material. Como la naturaleza material es inerte y sin vida, no puede ser la causa de la creación. Krishna, Dios, la Persona Suprema muestra Su misericordia infundiendo Su energía en esta materia inerte y sin vida. Así, la naturaleza material se convierte, por la fuerza de la energía del Señor, en la causa secundaria de la creación. Krishna es la causa original de la manifestación cósmica.