Logos 328
El ser consciente de Krishna, Dios, la Persona Suprema, actúa con pleno conocimiento de la relación con el Señor, y la perfección de este conocimiento consiste en conocer perfectamente a Dios. El alma pura, como parte integrante de Dios, un pequeño fragmento de Su Persona Divina, sigue siendo Su eterna servidora.
Mientras el alma permanezca en contacto con la materia, debe actuar según sus necesidades materiales. Sin embargo, incluso en medio de la materia, podemos despertar nuestra conciencia espiritual y encontrar una existencia pura. Todo lo que tenemos que hacer es practicar la conciencia de Krishna, o la conciencia de Dios. Cuanto más progresamos en este camino, más nos liberamos de las garras de la materia.
El Señor es imparcial, y todo depende de los esfuerzos que uno haga en el cumplimiento de su deber, con miras a controlar sus sentidos y superar el predominio de la lujuria y la ira. Dominando las propias pasiones, se puede desarrollar la conciencia de Dios y alcanzar el nivel espiritual. La perfección puede alcanzarse practicando el servicio devocional a Krishna, el único que puede dar paz al ser humano. El servicio de amor y devoción ofrecido a Krishna, Dios, la Persona Suprema, es la cumbre de la perfección.
Logos 329
Bienaventurados aquellos que han comprendido que Krishna, Dios, la Persona Suprema es el único beneficiario de todas sus acciones, y que le ofrecen el fruto de sus deseos, pues así demuestran su gratitud al Señor Supremo por todo lo que ya les da en abundancia.
Bienaventurados los que actúan sólo por Dios, con amor, porque el Señor les ofrecerá mucho más.
Bienaventurados los que ponen a Dios en su mente, los que tienen los pensamientos continuamente absorbidos en Él, los que ofrecen siempre su servicio al Señor y los que piensan constantemente en Él, porque obtendrán la misericordia del Señor y, por tanto, estarán en contacto personal con Él.
Bienaventurados los que aceptan con dignidad las condiciones difíciles en las que se encuentran, los que reaccionan por igual al calor o al frío, a la alegría o a la pena, a la bondad o a la maldad, al bien o al mal, permaneciendo tranquilos y ecuánimes en todas las circunstancias, los que aman con igual amor al hombre, al animal y al vegetal, y los que valoran por igual el oro, el hierro o la piedra, pues son muy queridos por el corazón del Señor. Dios siempre estará con ellos y nunca los abandonará.
Felices son aquellos que han comprendido que todo pertenece a Krishna, incluso sus cuerpos, y que no buscan adquirir nada. Si ofrecemos conscientemente todo lo que hacemos y poseemos a Dios totalmente, demostraremos que somos personas dignas y sensatas. Dios nos dará más allá de nuestras expectativas. Esto es lo que significa ser consciente de Dios.