Logos 323
Los que se vuelven a Dios, que tienen conciencia de Él, que le aman, que le obedecen, que hacen su voluntad y le sirven con amor y devoción, obtendrán del Señor todas las respuestas a las preguntas existenciales que se plantean, pues no hay nada oculto que no se revele a los que tienen un corazón puro.
El mundo material en el que se desenvuelve el hombre es el mundo del olvido, cuya muerte es sinónimo de olvido de todos los datos relativos a Dios, a la verdad absoluta y a la realidad del mundo espiritual. El olvido del vínculo que nos une a Dios. El olvido de nuestra relación de amor con Dios. Olvidar nuestra verdadera identidad como entidad espiritual o alma. Olvidar nuestro pasado, nuestro lugar de origen, cuestionar el propósito de nuestra existencia actual e ignorar nuestro futuro. Los que se dirigen a Dios tendrán todas las respuestas.
El secreto para encontrar la sonrisa, la paz mental, la calma interior, el amor del corazón, e irradiar felicidad, tiene un nombre: Krishna, el Supremo Eterno, nuestro amado Dios. El Señor es la fuente original del amor, la dicha y la felicidad suprema eterna. La esencia de su palabra es el amor.
Logos 324
Quien percibe el carácter absoluto del advenimiento del Señor se libera inmediatamente de las cadenas del karma y vuelve al reino de Dios, inmediatamente después de dejar su cuerpo.
No es fácil para el ser espiritual encarnado y condicionado por la materia y la energía de la ilusión escapar de las garras de la materia. El ser santo, por otra parte, alcanza el mundo espiritual tan pronto como deja su cuerpo, simplemente porque ha comprendido la naturaleza espiritual y absoluta de la forma y las acciones del Señor. Nunca más se verá obligado a renacer en el mundo material. El Señor se manifiesta en innumerables formas, que, aunque diversas y múltiples, son todas un mismo Ser: Dios, la Persona Suprema. Esto es lo que hay que entender con fe y convicción. Aquel que, teniendo en cuenta la perfecta competencia de Dios y los Vedas, las sagradas escrituras originales, acepta esta verdad, sin perderse en vanas especulaciones filosóficas, alcanzará la liberación perfecta. Esto es una certeza.
Quien reconoce a Krishna como el Absoluto, y le dice: «Tú eres ese mismo Ser Espiritual Supremo, Dios, la Persona Absoluta», corta inmediatamente los lazos que lo atan a la materia y ve asegurado su retorno a Dios. En otras palabras, quien se dedica al Señor con ardiente devoción alcanza la perfección. Uno puede liberarse completamente de la esclavitud del ciclo de muertes y renacimientos repetidos, para lo cual basta con conocer a Krishna, Dios, la Persona Suprema. No hay alternativa. Cualquiera que no entienda que Krishna es Dios permanece atrapado en la ignorancia. Por lo tanto, el hombre debe, a través de la fe y el conocimiento, revivir la conciencia de Krishna en su corazón, y así alcanzar la perfección. Sólo la acción realizada en conciencia de Krishna o conciencia de Dios puede poner fin a la existencia material.