Logos 294
Krishna, Dios, la Persona Suprema, el Señor Soberano siendo el Absoluto, nada ni nadie está separado de Él. Nada existe más que Él, y fuera de Él no hay nada.
El Señor dice: «Realmente no hay nada que exista aparte de Mí, eso es lo que debes entender claramente.»
Cada ser, cada cosa, es una manifestación de Su energía, de modo que Él está presente en todas partes a través de Sus energías, que no son diferentes de Él. Así como cada centímetro cúbico de luz solar y cada molécula de sus rayos se relaciona con el sol, así el Señor está presente en todas partes a través de sus diferentes energías. Es el Espíritu Santo, el Alma Suprema, presente en cada ser como guía y testigo supremo, lo que de hecho indica que ya está actuando como consejero de todos los seres.
Haga lo que haga, nunca abandona su posición suprema, absoluta o ilimitada.
El Señor Supremo siempre desea la compañía de Sus devotos puros, y para aquellos que viven en la tierra, sólo para ellos, para inspirarlos, desciende a la tierra. Cuando Él aparece de esta manera, es por su propia voluntad, sin estar obligado por las leyes de la naturaleza material. Él es el Todopoderoso, nunca sujeto a las leyes de la naturaleza material.
Logos 295
En general, la muerte significa la salida del propio cuerpo que ha quedado inservible y la entrada en un periodo de inconsciencia que dura nueve meses dentro de un nuevo cuerpo en el vientre de una nueva madre.
En realidad, tan pronto como se produce la muerte, la reencarnación es casi inmediata y el traslado al vientre de una nueva madre es realizado por los agentes de Dios. El alma, en cuanto abandona el cuerpo anterior, se sumerge en la inconsciencia, para evitar el sufrimiento causado por la incómoda posición de su nuevo cuerpo en el vientre de su nueva madre, así como la forma de éste, si difiere del anterior. Por ello, olvidamos todo lo relacionado con nuestra vida anterior.
El ser individual, distinto de Dios, es entonces introducido por la semilla del padre en el vientre de una nueva madre, y comienza a desarrollar, alimentado por ella, un nuevo cuerpo según sus deseos y acciones pasadas. Estos son los factores que determinan el tipo preciso de cuerpo en el que renacerá. Llega un momento en que, todavía en el vientre materno, sale de su estado de inconsciencia. Entonces siente la incomodidad de un lugar estrecho, y el deseo de abandonarlo crece en su interior.
En verdad, tan pronto como el alma abandona el cuerpo anterior, los ayudantes celestiales de Dios la toman y la introducen en el espermatozoide liberado por el padre, que entrará en el óvulo de la madre, y los dos forman así un óvulo vivo, pues ya hay un alma. Es la presencia del alma la que hace que el óvulo se convierta en un embrión, luego en un feto y finalmente en un cuerpo de bebé completo.