Logos 277
Los cuatro principios reguladores que se mencionan a continuación permiten alcanzar la pureza. Desgraciadamente, estos pilares están desapareciendo en la época actual de ateísmo y decadencia, pues el hombre, influenciado por la pasión y la ignorancia, ya no los sigue y se sumerge así en la oscuridad y la ilusión.
1) No comer carne, pescado o huevos. El ajo y la cebolla deben evitarse, ya que destruyen la piedad o la compasión. No comer carne, pescado o huevos. Matar animales destruye la calidad de la misericordia. Al consumir cadáveres, conviertes tu cuerpo en un cementerio. Estos alimentos están saturados de las modalidades de la pasión y la ignorancia y, por lo tanto, no pueden ser ofrecidos al Señor. Una persona que come estos alimentos participa en una conspiración de violencia contra los animales indefensos y limita así su progreso espiritual. La no-compasión es la indiferencia ante la desgracia de los demás.
2°)- No tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, porque el exceso de sexo arruina la pureza o limpieza de cuerpo y mente.
3°)- Abstenerse de todo tipo de intoxicantes como el alcohol, el tabaco, la cafeína, la marihuana y otras drogas, porque esto destruye la austeridad o el arrepentimiento.
4°)- No entregarse a los juegos de azar o a la especulación monetaria, pues esto arruina la veracidad o la honestidad.
Logos 278
La inteligencia es el resultado de las acciones de la vida pasada y del estado de virtud, pasión o ignorancia en el que uno se encontraba en ese momento.
El Supremo Eterno dice: «En virtud de la conciencia divina adquirida en la vida pasada, uno se inclina naturalmente hacia la práctica del yoga (del vínculo que nos une a Dios), a veces incluso sin saberlo.»
Algunas personas nacerán en familias ricas y podrán adquirir una buena educación, mientras que otras, nacidas en familias pobres, permanecerán sin educación. Hay que entender aquí que la riqueza, la aristocracia, la educación y la belleza son los frutos de las acciones pasadas. En cualquier caso, todos deben ser educados en la conciencia de Dios, independientemente de su posición en este mundo. En este sentido, hay igualdad de oportunidades.
Está escrito: «Las razas Kirâta, Hûna, Ândhra, Pulinda, Pulkasa, Âbhîra, Sumbha, Yavana, Khasa, así como otras igualmente manchadas de faltas, pueden ser purificadas tomando refugio de los devotos del Señor, pues Dios posee todo el poder. A Él mi más humilde homenaje. Así, incluso el marginado puede ser entrenado en la conciencia de Dios, porque la conciencia de Dios está en el nivel del alma.»