Logos 260
La sed de amor absoluto, o el amor de Dios.
Está escrito: «Nadie puede vivir sin amor. Nuestra sed de amor se extiende como una onda, una vibración, cuyo alcance nos es desconocido… y el servicio devocional a Dios nos da los medios para saciar esta sed, enseñándonos el arte de amar perfectamente a todos los seres dirigiendo nuestro amor a Dios.»
En efecto, quien ama a Dios, ama inmediata y simultáneamente a todos los seres vivos, a los seres celestiales, a los seres humanos, a los animales y a las plantas, con un amor incondicional. El servicio devocional a Dios da acceso al servicio amoroso. Esta dulce sensación que uno experimenta al dedicarse al servicio sublime del Señor con amor no se limita a la existencia del cuerpo. Se llama espiritual porque sigue existiendo después de la muerte, debido al afecto y al sentimiento de amor que irradia, que penetra en la esencia espiritual del ser, de ahí que sea eterno. Es superior a los sentimientos de amor que experimentan los seres humanos en la tierra, que se basan únicamente en la atracción física y cuya duración es efímera.
Amar es el principio mismo de la vida. Realizar a Dios, ser consciente de Su Persona Divina, conocerlo como realmente es, y crecer en nuestro amor por Él, es alcanzar la autorrealización y la verdadera felicidad.
Logos 261
El Supremo Eterno dice: «En Mí, Krishna, en Mi forma personal, absorbe siempre tus pensamientos. Dedicando tus actos a Mí, volviendo tu mente e inteligencia hacia Mí, sin duda llegarás a Mí.
Lo que Krishna, Dios, la Persona Suprema enseña aquí es de suma importancia para cualquiera que actúe en medio de la existencia material. El Señor no recomienda abandonar los deberes y ocupaciones actuales, sino acompañarlos con el recuerdo constante de Su Persona, mediante el canto de los santos nombres de Dios. Este canto nos limpiará de toda la contaminación material y absorberá la mente y el intelecto en Dios, permitiendo así nuestro regreso a la morada suprema, el reino eterno, sin una sombra de duda.»
El canto de los Santos Nombres del Señor, palabras sánscritas que significan: «Oh Señor, oh Fuente de toda felicidad, por favor hazme tu amada sierva (doncella).»
Haré Krishna, haré Krishna, Krishna Krishna, haré haré / haré Rama, haré Rama, Rama Rama, haré haré.