Logos 203
El Señor dice: «Mi Cuerpo espiritual y absoluto se asemeja en todo a la forma humana, pero no es un cuerpo material; es inconcebible. No estoy obligado por la naturaleza a aceptar ningún tipo de cuerpo en particular; es por Mi propia voluntad que elijo la forma en la que aparezco. Mi corazón también es espiritual y siempre soy benevolente con mis devotos. Por lo tanto, el camino del servicio devocional para los seres santos puede encontrarse en Mi corazón, mientras que Yo he rechazado la irreligiosidad y las actividades no devocionales; no tienen ningún atractivo para Mí. Debido a todos estos atributos divinos, las oraciones se dirigen generalmente a Mí como el Señor Soberano, el mejor de todos los seres vivos.»
El Señor añade: «Los necios me denigran cuando desciendo en forma humana a este mundo. No saben nada de Mi naturaleza espiritual y absoluta, ni de Mi total supremacía.»
El Señor Supremo tiene un cuerpo, una forma, pero este cuerpo no está compuesto de elementos materiales; está compuesto de vida, eternidad y dicha espiritual. Debido a su inconcebible poder, Dios, la Persona Suprema, puede aparecer ante nosotros en su forma original y espiritual. Podemos entender fácilmente lo que es el cuerpo material, pero no el cuerpo espiritual. En el mundo espiritual, todos los seres tienen un cuerpo espiritual; allí no existe la más mínima concepción de la existencia material. Se trata de dar y recibir; se trata de tres palabras: el receptor del servicio, el propio servicio y el servidor. Estos tres elementos son completamente espirituales, y por eso el mundo espiritual se llama absoluto; allí no hay rastro de contaminación material. En el mundo espiritual, cada ser está completamente dedicado al Señor Supremo y está completamente en un plano espiritual. Aunque se puede distinguir entre el servidor, el servido y el propio servicio, todo es espiritual y diversificado.