Los diez primeros principios tienen un carácter incentivador, mientras que los diez últimos son prohibiciones. En la misma línea, hay que actuar con mucha liberalidad y evitar cualquier comportamiento indeseable. Sin embargo, de las veinte reglas enumeradas anteriormente, las más importantes son buscar refugio con un maestro espiritual genuino, recibir la iniciación espiritual de él y servirle. Cualquiera que practique el servicio devocional con plena conciencia de Krishna, Dios, descarga automáticamente cualquier deuda con los sabios, los seres celestiales y los antepasados, con los que generalmente estamos en deuda. Está escrito en el Srimad bhagavatam:

«Quien se dedica plenamente al servicio del Señor ya no tiene deberes ni obligaciones para con los seres celestiales, los sabios al servicio del Señor, su familia, sus antepasados, los seres humanos y los seres vivos en general.»

Comprendamos que, desde el momento de su nacimiento, todo ser humano está tan en deuda con todo el mundo que se espera que realice diversos ritos prescritos. El ser que se entrega completamente a Krishna está, sin embargo, libre de todas las deudas, de todas las obligaciones con cualquier otra persona. Hay que tener en cuenta que quien renuncia a todos los deberes temporales y se dedica exclusivamente al servicio de Krishna está libre de todos los deseos personales y no corre peligro de cometer ningún pecado. Sin embargo, si por casualidad cometiera alguna mala acción, no deliberadamente, sino por accidente, Krishna le dará plena protección, y no tendrá que purificarse de ninguna manera, como confirma el Srimad-Bhagavatam:

«El devoto que se dedica plenamente al servicio amoroso absoluto del Señor está protegido por la Persona Suprema. Si comete algún pecado de mala gana o se ve obligado a cometer alguna fechoría en circunstancias excepcionales, el Señor, que está en su corazón, le dará su plena protección.»

Los caminos del conocimiento especulativo y la renuncia no son esenciales para completar el servicio devocional. Tampoco es necesario adherirse a los principios de no violencia y control de los sentidos, propugnados estrictamente por otras vías de elevación. Sin siquiera suscribir tales métodos, el devoto desarrolla todas estas virtudes a través del servicio devocional del Señor solamente. En el undécimo Canto del Srimad-Bhagavatam, el Señor mismo dice que no hay necesidad de cultivar el conocimiento especulativo y la renunciación cuando uno está realmente comprometido con su servicio devocional.

El Señor dijo a Sanatane Gosvami: «Hasta ahora he descrito la práctica del servicio devocional según los principios regulativos. Ahora te lo explicaré desde el ángulo del apego espiritual.»