El Señor Krishna Chaitanya Mahaprabhu simplemente desapareció por su poder interno, y así dejó el mundo material, con su misión divina completada. Cuando el Señor desapareció de la vista de todos, lo hizo en su forma original y eterna. No hay diferencia entre Su cuerpo divino y Su Alma, pues son uno.

El Señor enseña que todos Sus actos, así como Sus apariciones y desapariciones en este mundo, son puramente espirituales, y que aquel que conozca su carácter absoluto, volverá a Su reino eterno, y no tendrá que renacer en el universo material.

Aquellos que deseen alcanzar la perfección total de la existencia deben escuchar sumisamente las declaraciones relativas a los entretenimientos y atributos espirituales y absolutos del Señor Supremo, que siempre actúa de forma maravillosa.

Escuchar sistemáticamente los entretenimientos, atributos y sublimes Nombres de Krishna, Dios, la Persona Suprema, conduce a la vida eterna.

La escucha sistemática implica un conocimiento cada vez más profundo de su Persona Divina, que a su vez conduce a una evolución hacia la vida eterna.

La glorificación de los actos sublimes de Dios es precisamente el remedio prescrito para los males del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte, que afectan a todos los seres condicionados por la materia. El acceso a ese nivel de perfección se identifica con el objetivo de la vida humana y la consecución de la dicha espiritual.

El Señor ha desaparecido de la vista de los seres vivos, humanos, animales y vegetales, pero permanece presente en todos ellos, pues reside en sus respectivos corazones en su forma de Alma Suprema, también llamada Espíritu Santo.

Hay que ser muy inteligente para entender la apariencia y las actividades del Señor como Avatar. En verdad, la aparición, la desaparición y las actividades del Señor son todas trascendentales. El Señor no tiene nada que ver con las actividades materiales.

Quien comprende la naturaleza de la aparición, la desaparición y los actos del Señor se libera inmediatamente. Cuando abandona su cuerpo material, nunca tiene que ponerse otro, porque vuelve al mundo espiritual. En nuestra galaxia, la Vía Láctea, la Tierra es el más privilegiado de todos los planetas.