El Señor Krishna agrega:

Es posible alcanzar la liberación si uno lleva a cabo servicio devocional con seriedad y si escucha así durante mucho tiempo las palabras relativas a Mi Persona o que emanan de Mí. Aquel que así cumpla con sus deberes prescritos no sufrirá repercusiones por ninguna de sus acciones y será liberado de la contaminación material.

Este servicio devocional debe realizarse enérgicamente, con perfecto conocimiento y visión espiritual. Uno debe renunciar firmemente y practicar la austeridad y el yoga para establecerse firmemente en la absorción interior.

La influencia de la naturaleza material ha cubierto al ser distinto, hundiéndolo así como en un perpetuo brasero de fuego. Pero mediante la práctica seria del servicio devocional, esa influencia puede disiparse, tal como los trozos de madera que se usan para encender el fuego son consumidos por él.

Al abandonar su deseo de dominar la naturaleza material por haber tomado conciencia de la naturaleza defectuosa de ese deseo, el ser viviente se vuelve independiente y se levanta en su propia gloria.

Aquél que sueña y cuya conciencia está casi enteramente velada, podrá ver muchos signos desastrosos, pero en el estado de vigilia, en plena conciencia, estos mismos fenómenos no pueden perturbarlo.

La influencia de la naturaleza material no puede dañar a un ser iluminado, incluso si se dedica a actos materiales, porque Él conoce la verdad acerca del Absoluto y su mente permanece fija en Dios, la Persona Suprema.

Cuando una persona se dedica así al servicio devocional y a la realización espiritual durante muchos años, a lo largo de múltiples existencias, se vuelve bastante reacia a saborear los placeres que ofrece cualquier planeta material, incluso el superior, conocido como Brahmaloka, y entonces su conciencia se desarrolla plenamente.

Mi devoto verdaderamente alcanza la realización espiritual por Mi gracia infinita y sin causa, y así una vez libre de toda duda, camina firmemente hacia su propio destino, que está directamente bajo la protección de Mi energía espiritual, toda de pura bienaventuranza. Ésta es la perfección última que debe alcanzar el ser distinto. Por lo tanto, después de dejar su cuerpo material, mi sirviente regresa a esta morada absoluta para no volver nunca más a este mundo.

Cuando la atención del perfecto espiritualista ya no está cautivada por las proezas que los poderes sobrenaturales le permiten realizar, estas manifestaciones de energía externa, su progreso hacia Mí ya no conoce límites, hasta el punto de que la muerte tiene más control sobre él.