¿Cómo se puede llegar al Absoluto, a Dios, a la Persona Suprema?
No debemos perder el tiempo buscando el placer de los sentidos en este mundo sino esforzarnos por encontrar nuestra posición original en el servicio de amor y devoción que ofrecemos a Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Sólo cuando el individuo, que es distinto del Señor, se entrega a Dios, la Persona Suprema, se asegura su liberación de la existencia material. La entrega a Dios, la Persona Suprema, es la única causa de liberación.
Un ser liberado, cuya conciencia está establecida en Krishna, no vive realmente en este mundo aunque todavía esté allí. Aquel que está absorto en la conciencia de Dios es un ser liberado. Éste no tiene ninguna relación real con el mundo material. Aquel que alcanza el nivel espiritual y absoluto se libera del ciclo de muerte y renacimiento repetido. El simple hecho de conocer la naturaleza absoluta de Krishna, Dios, la Persona Suprema, libera cadenas del ciclo de muertes y renacimientos. Cuando abandona su cuerpo material, el ser liberado regresa a su hogar original, en el reino de Dios.
Abandonémonos a Krishna, Dios, la Persona Suprema, y sirvámosle con amor y devoción, y a la muerte de nuestro cuerpo encontraremos nuestro cuerpo espiritual gracias al cual entraremos en el reino de Krishna, todo conocimiento, bienaventuranza. y de la eternidad. Esta es la verdadera resurrección.
La entrega a Dios y el servicio devocional es la manera segura de acercarse a Krishna, de entrar en su reino, de verlo cara a cara y de vivir con él en una felicidad inefable ininterrumpidamente por toda la eternidad.
El conocimiento perfecto que conduce a Dios.
La persona cuya inteligencia y mente, refugio y fe descansan en Dios, ve cómo el conocimiento puro le libra de todas sus dudas. Entonces da pasos firmes en el camino hacia la liberación y la salvación.
Aquel cuyos pensamientos, inteligencia y fe permanecen fijos en Dios, refugiándose totalmente en Él, se libera de la duda y posee un conocimiento perfecto de todo lo que tiene que ver con lo absoluto, es decir, con Dios. Se sabe a la vez Uno con el Señor y distinto de Él. Armado con este conocimiento espiritual, progresa definitivamente por el camino de la liberación.
Es en la conciencia de Dios donde el conocimiento y la paz alcanzan su apogeo. El hombre de fe, bañado en el conocimiento absoluto y dueño de sus sentidos, experimenta la paz espiritual más elevada.
Aquel cuyas acciones están impregnadas de devoción, el alma pura, dueña de sus sentidos y de su mente, es querido por todos, y todos son queridos por él. Aunque siempre activo, nunca cae en las trampas del karma, la ley de acción-reacción, o la ley de causa y efecto. Pone sus palabras y su cuerpo, su mente y su inteligencia al servicio del Señor, en conciencia de Dios, conciencia de Krishna, y está perfectamente libre de este mundo, aunque sus acciones parezcan materiales.