Por profundo afecto a la familia y a la riqueza, uno verá a un hijo o al dinero como propios, y por afecto al cuerpo material, lo considerará de la misma manera. Pero en verdad, así como uno puede comprender que la familia y la riqueza son diferentes de uno mismo, el ser liberado sabe que es diferente de su cuerpo. El fuego en sí mismo es diferente de las llamas, las chispas y el humo, aunque todos estos elementos siguen estando íntimamente relacionados porque proceden de la misma madera ardiente.
El Señor Soberano, conocido como Param Brahman [La Divinidad en su forma última, la causa de todas las causas. El Ser Espiritual Supremo, Dios, la Persona Suprema, Krishna], es el observador real, y es distinto del alma individual, que está unida a los sentidos, los cinco elementos y la conciencia.
El espiritista debe ver en cada manifestación una sola alma, pues todo lo que existe procede de las diferentes energías del Ser Supremo. Así, el hombre sabio debe ver a todos los seres con un ojo igual, sin ninguna distinción. Esta es la realización del Alma Suprema.
Al igual que el fuego se manifiesta en diferentes tipos de madera, así el alma puramente espiritual, bajo diferentes condiciones creadas por los tres atributos o formas de influencia de la naturaleza material; virtud, pasión, ignorancia, se manifiesta en diferentes cuerpos.
Así, el espiritista puede convertirse en un alma realizada después de superar el hechizo insuperable de maya (la energía de la ilusión) que se presenta como la causa y el efecto de la manifestación material y que, por lo tanto, es muy difícil de comprender.
El servicio devocional tiene muchos caminos, dependiendo de las características de quienes lo realizan.
El servicio devocional realizado por una persona envidiosa, orgullosa, violenta, enojada y separatista, está bajo el signo de la ignorancia.
En cuanto al separatista que adora los murtis (representaciones del Señor) en el templo, impulsado por el deseo de disfrute material, fama y opulencia, se dice que su devoción es pasión.
Cuando un hombre sabio adora al Señor Soberano y le ofrece los frutos de sus acciones de tal manera que se libera de la contaminación de la acción interesada, su devoción pertenece a la virtud.