El Señor Krishna y Arjuna llegaron entonces a una vasta extensión de agua espiritual. Esto forma el Océano Karanarnava, también llamado Viraja, lo que significa que representa el origen de la creación del cosmos material. El sistema planetario más elevado de la galaxia material «Vía Láctea» es Satyaloka o Brahmaloka. Más allá están Rudraloka, y Maha-Visnuloka sobre el que se dice que el Ser Supremo Maha-Visnu descansa en el Océano Karana. Su aliento hace que se manifiesten innumerables galaxias, y cuando inspira, las absorbe de nuevo en sí mismo. Así es como se crea el mundo material y luego se aniquila. Mientras Krishna y Arjuna se abrían paso a través de las aguas, una poderosa tormenta de absoluto resplandor se estaba gestando y el océano Karana estaba siendo fuertemente agitado con altas olas. Por la gracia de Krishna, Arjuna tuvo la oportunidad única de contemplar la infinita belleza del océano Karana.

Acompañado por Krishna, Arjuna vio bajo las aguas un enorme palacio erizado de cientos y miles de columnas hechas de preciosas joyas cuyo brillo le deslumbró hasta el punto de fascinarle. Dentro del palacio, Arjuna y Krishna contemplaron la gigantesca forma de Anantadeva, (la emanación completa de Krishna) también conocida como Sesa. Anantadeva o Sesanaga tenía la forma de una enorme serpiente con miles de casquetes, todos ellos adornados con preciosas joyas, que brillaban con luz. Desde cada una de las cabezas de Anantadeva, dos ojos lanzaban una mirada aterradora; su cuerpo tenía la blancura de las nieves eternas del monte Kailasa; su cuello, al igual que sus lenguas, mostraba un brillo azulado. Arjuna contempló así la forma de Sesanaga y también vio, tumbado sobre el cuerpo blanco y muy suave de Sesanaga, a Maha-Visnu, que parecía omnipresente y muy poderoso. Arjuna lo reconoció como Purusottama.

Él lleva este Nombre, que significa el más grande de todos, o Dios, la Persona Suprema, porque de esta forma emana otra forma de Visnu, llamada Garbhodakasayi Visnu, que está en el mundo material. El Señor en Su forma Maha-Visnu mora más allá del universo material. Arjuna pudo ver que la complexión de Purusottama, Maha-Visnu, era tan oscura como la de una nube recién formada durante la temporada de lluvias. Iba ricamente vestido de amarillo. Su rostro se transformó en una maravillosa e inalterable sonrisa, y sus ojos, como pétalos de loto, ejercían un indescriptible encanto. La corona de Maha-Visnu estaba adornada con preciosas joyas y sus magníficos pendientes realzaban la belleza de su cabello rizado. Maha-Visnu tenía ocho brazos, todos muy largos, que se extendían hasta las rodillas. En su garganta la piedra kaustubha, en su pecho el símbolo srivatsa, que marca el lugar de descanso de la diosa de la fortuna. El Señor llevaba una larga guirnalda de flores de loto que le llegaba hasta las rodillas, una guirnalda vaijayanti. A su alrededor estaban sus compañeros íntimos Nanda y Sunanda, y el disco personificado Sudarsana también estaba cerca de Él.

Los Vedas, las sagradas escrituras originales, afirman que el Señor tiene innumerables energías, y todas ellas estaban presentes en su forma personal.