En realidad, la mente siempre se siente atraída por la existencia material y transitoria. Como hemos vivido en contacto con la naturaleza material desde tiempos inmemoriales, nos hemos acostumbrado a nuestro apego a ella. Por lo tanto, la mente debe fijarse en el Señor Supremo. Si los pensamientos se dirigen a Krishna, todo estará bien.
Todos estamos bajo la influencia de las tres gunas en el universo material.
Mientras uno esté en el universo material, tiene que sufrir la influencia de las tres gunas, (los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material; virtud, pasión e ignorancia). En nuestra galaxia material, como en todas las demás, tanto los ricos como los pobres están bajo el yugo de la materia, pues tanto la riqueza como la pobreza son creaciones de las gunas. Según las gunas que nos influyan, la naturaleza material nos concede el derecho a disfrutar de este mundo en condiciones más o menos favorables. El progreso en esta dirección no tiene nada que ver con los problemas reales del ser individual distinto de Dios, el alma encarnada, enredada en este mundo. Por desgracia, el hombre moderno no es consciente de la maquinaria que lo mantiene cautivo, ni sabe qué forma de cuerpo asumirá en la próxima vida. Desde el punto de vista espiritual, un vasto reino, una bella esposa y logros extraordinarios son obstáculos para la elevación de un hombre. Generalmente, cuando un hombre es poderoso, o tiene una bella esposa y una hermosa casa, o goza de cierta popularidad material, se atasca cada vez más.
El Señor dice: «Para quien camina por el sendero del servicio devocional, ningún esfuerzo es en vano, ningún beneficio obtenido se pierde jamás; el paso más pequeño es suficiente para librarnos del peligro más espantoso.»
La próxima existencia de los ladrones, de los salteadores y de los animales está determinada por sus pensamientos.
En cuanto el corazón se purifica, el horno de la existencia material deja de arder. Nuestros corazones están destinados a servir como lugares de entretenimiento para Dios, la Persona Suprema. Esto significa que debemos llegar a ser plenamente conscientes de Krishna, Dios, la Persona Suprema, absortos en el pensamiento de Su Persona, como Él mismo recomienda.
Los hombres que pertenecen a la raza de los ladrones y salteadores reciben una parte del bosque para vivir. Al igual que a los animales se les asignan territorios en la selva y las montañas, los hombres que son animales también están destinados a vivir en esos lugares. Nadie puede alcanzar la vida civilizada a menos que adopte la conciencia de Krishna, la conciencia de Dios, porque según las leyes de la naturaleza a cada uno le corresponde una situación particular de acuerdo con su karma (acción-reacción o acción interesada) y su relación con las gunas. Si los hombres desean vivir en armonía y paz, deben optar por la conciencia de Krishna, pues mientras