La Ciencia Espiritual Pura
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través de la naturaleza material y, por tanto, no podemos decidir de manera arbitraria ponerle fin por nuestra cuenta.

Al hacerlo, nos arriesgamos a sufrir después de la muerte en el cuerpo de un fantasma (un cuerpo sutil (etéreo) en lugar de no sutil) porque se nos negará la encarnación en un cuerpo no sutil. Esta situación es muy dura porque la persona que se encuentra en el cuerpo de un fantasma debe errar en un cuerpo sutil, conociendo todos los deseos que conocen las almas normalmente encarnadas pero sin tener la capacidad de satisfacer sus deseos a través de un cuerpo no sutil.

Hay dos clases de cuerpos: el cuerpo espiritual y el cuerpo material. Para comprender mejor lo que se entiende por cuerpos materiales sutiles y no sutiles, es importante recordar primero qué es la naturaleza original del ser vivo y por qué este se encarna en un cuerpo material.

El ser vivo es esencialmente un alma, de naturaleza puramente espiritual. En su origen, su verdadera morada se encuentra en el mundo espiritual. Cuando vive en el cuerpo espiritual, disfruta de un cuerpo con forma puramente espiritual que es su verdadera forma espiritual. Esta forma no es diferente de su alma mientras que la forma de nuestro cuerpo material es una manifestación del falso ego y completamente diferente de nuestro yo auténtico. En vedad, el cuerpo material envuelve nuestra alma. Nuestra forma real es, pues, espiritual, original y no solo eterna sino también plena de conocimiento y felicidad.

El mundo espiritual es la morada real de los seres vivos. Allí viven felices y la muerte brilla por su ausencia. Este mundo se llama Vaikuntha que en sánscrito significa «el mundo sin ansiedad». Todo allí es resplandeciente y pleno de consciencia y felicidad. La dimensión de Vaikuntha, el mundo espiritual, es inconcebible. Las dimensiones del propio mundo material son inconcebibles si sabemos que lo que percibimos en el cosmos es solo una parte del universo cerrado en el que nos encontramos y que este universo se compara, con respecto a otros universos, con un grano de mostaza en un saco de mostaza. Sin embargo, comparado con Vaikuntha el mundo espiritual solo ocupa una parte ínfima de la creación de Dios.

El suicida se arriesga a tomar un cuerpo de fantasma después de la muerte.

Como ya se ha señalado, el suicidio es un acto culpable influido por las formas de la ignorancia y la pasión.

«Actos como el suicidio están influidos por la ignorancia, pero bajo la influencia de la Ignorancia y la Pasión nadie puede conocer a Dios o Krishna».

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