Es imposible cambiar la duración de la vida porque las leyes según las cuales a cada ser se le atribuye un cuerpo concreto escapan de todo control. Si nos hemos reencarnado en un cuerpo determinado, tendremos que vivir con él durante un cierto lapso de tiempo. La duración de la vida se nos concede originalmente por nuestro karma, en función de las consecuencias de nuestros actos pasados. Al ser Dios la vida, solo él la da, determina su duración o la prolonga, nadie más.

Karma y reencarnación.

Bajo la influencia de tres atributos de la naturaleza material, el alma encarnada extraviada por el falso ego cree que es la autora de sus actos, mientras que estos los lleva a cabo la naturaleza. Al entregarse a su pasión y a sus pasatiempos favoritos, los surfistas piensan que ejercen su plena libertad de acción y esto, creen, de una de las mejores formas que hay, pero lo que ignoran es que todos los seres vivos en este mundo material están sometidos a las leyes estrictas de la naturaleza material (impuestas por los tres gunas) y que así, al utilizar su forma humana de forma inapropiada (como un pez) se verán obligados en el momento de la muerte, por orden de esta misma naturaleza y del Maestro de la naturaleza, Krishna, a encarnarse en un pez.

El materialista se convence, bajo la influencia de su falso ego, de que él es la causa de todo lo que consigue. Al ignorar que el mecanismo del cuerpo es producto de la naturaleza material, la cual actúa bajo la dirección del Señor Supremo, ignora también que, en último lugar, está bajo la dominación de Krishna. Su convencimiento de que se trata de su propio jefe y de que es totalmente independiente, nos muestra su ignorancia. No sabe que tanto su cuerpo no sutil como su cuerpo sutil (etéreo) fueron creados por la naturaleza material, bajo la dirección del Señor Supremo y que, por esa razón, toda actividad física y mental se debe poner a Su servicio, en la consciencia de Krishna. Se olvida del otro nombre de Krishna: Hrishikesa, el maestro de los sentidos. Durante demasiado tiempo, ha hecho un mal uso de sus sentidos buscando nuevos placeres sin cesar; ahora está aquí extraviada por su falso ego y por culpa de este se ha olvidado de su relación eterna con Krishna. Lo que usted ha deseado hacer durante su vida, surfear, comer, aparearse, en eso se convertirá en el instante de su muerte, si piensa en ello. Así, se convertirá en un pez en el caso del surfista. Aquellos que han matado animales se reencarnarán en esos animales en sus próximas vidas sucesivas y serán a su vez asesinados de la misma manera. Sus pensamientos a la hora de su muerte, determinan lo que será su próxima existencia. Piense en Dios en el instante de su muerte y volverá a su reino eterno.

«Y te convertirás en polvo»

Cuando morimos, nuestro cuerpo material compuesto de cinco elementos – tierra, agua, aire, fuego y éter – se descompone, así permite que los elementos materiales no sutiles se fundan de nuevo en la naturaleza. De ahí, que diga la Biblia: «Polvo eres