disfrutar de este mundo material o salir de él para tener finalmente un cuerpo espiritual. Este quedará liberado de ese ciclo sin fin de muertes y nacimientos en este mundo material para conocer además la enfermedad y la vejez.
Todo el cuerpo efímero depende del alma inmortal que habita en él y tiene que tomar la forma que esta le impone a través de sus deseos. La naturaleza material modela los cuerpos según los deseos de cada ser vivo con un arte y un refinamiento sin igual. Aquel que quiera comer basura recibirá un cuerpo apropiado, como el de un cerdo, y el que quiera alimentarse de sangre y carne se convertirá en un tigre.
Los seres se encarnan en diferentes cuerpos materiales pero todos les resultan extraños. Según la forma de disfrute que deseen y el ciclo de evolución de las especies, transmigrarán de un cuerpo a otro, pasando de formas acuáticas a formas vegetales, de los vegetales a los reptiles, de los reptiles a las aves, de las aves a los mamíferos terrestres hasta obtener, al fin, una forma humana. En este mundo, la naturaleza nos obliga a pasar de un cuerpo a otro según nuestros deseos materiales. Cada ser, del microbio al perfecto deva, posee un cuerpo conforme a sus deseos. El hombre inteligente no se deja engañar por las distintas apariencias de esos cuerpos; por el contrario, quiere la unidad espiritual de todos los seres. Ya sea que habite en un cerdo o en un deva, el alma es siempre la misma: una parte ínfima de Dios. El deseo de dominar la naturaleza material es el mal que sufre el ser condicionado, fascinado por los placeres de este mundo, que se ve obligado a aceptar diferentes cuerpos materiales.
La coordinación juiciosa de las influencias astrales nunca es una creación de la voluntad humana, sino que está en manos de autoridades superiores, agentes del Señor Supremo. Por supuesto, la disposición de las influencias predominantes en el momento del nacimiento viene determina en función de las acciones pasadas del ser vivo, ya sean buenas o malas. De ahí viene la importancia de las acciones virtuosas o culpables que llevan a cabo. Así, solo mediante acciones piadosas se puede obtener grandes riquezas, una buena educación y rasgos corporales armoniosos. Srimad-Bhagavatam, 1. 12.12
Si queremos cambiar nuestros deseos materiales por deseos espirituales, dejaremos este mundo para ir a otro mejor. En ese mundo, ya no tendremos que estar naciendo y muriendo en un ciclo sin fin. Esto es lo que dice la Bhagavad-gita a propósito:
Que nadie dude que, en el tránsito, en el instante mismo de abandonar el cuerpo se acuerde solo de Mí, alcanzará de inmediato Mi Morada. Bhagavad-gita: 8.5
Para acordarnos de Krishna en el momento de la muerte, tenemos que prepararnos en esta misma vida. La forma recomendada es glorificar los Nombres de Krishna mediante el canto del maha-mantra:
Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare / Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare.