los universos materiales en el otro cuarto. Así, los tres cuartos de su brillo constituyen su energía interna y el cuarto restante, su energía externa. Los seres vivos que habitan tanto en el mundo espiritual como en el mundo material representan la energía marginal del Señor y tienen la libre elección de alojarse en una u otra de estas energías, interna o externa. Las almas liberadas eligen la manifestación espiritual, interna, y las almas condicionadas, la manifestación material o externa. Sabiendo esto, nos será fácil concluir, teniendo en cuenta la importancia de la energía interna con relación a la energía externa, que el número de las almas liberadas supera en mucho al de las almas condicionadas.
La ciencia de la medicina fue creada por Dios, la Persona Suprema.
El Señor, bajo la forma de Dhanvantari, sana de forma muy rápida y únicamente a través de Su fama personificada a los seres condicionados a los que la enfermedad abruma sin fin. Gracias a Él, los devas gozan de una larga vida. Así, las glorias de la Persona Divina nunca tienen fin. También reclama una parte de sacrificios y solo a través de Él se introdujo en el universo la ciencia de la medicina.
Como estableció el inicio del Srimad-Bhagavatam, todo emana del Señor Supremo que representa la fuente original de todo lo que existe. Por tanto, podemos entender después de este versículo que la ciencia de la medicina fue también creada por Dios, la Persona Suprema, en Su manifestación de Dhanvantari, ciencia que está inscrita en las páginas de los Vedas. Fuente de todo saber, los Vedas contienen también los conocimientos médicos necesarios para vencer cualquier enfermedad a la perfección. Debido a la propia constitución de su cuerpo, el ser encarnado se encuentra en un estado patológico. De hecho, el propio cuerpo es un símbolo de enfermedad y aunque estas enfermedades varíen según las especies, golpean inevitablemente a los seres vivos, igual que lo hacen el nacimiento y la muerte. Por la misericordia del Señor, es posible curar no solo las enfermedades físicas y mentales sino también las que afectan al alma distinta en el ciclo de las muertes y los nacimientos sucesivos. También el Señor usa el nombre de bhavausadhi porque de Él viene la curación de la enfermedad que representa la existencia material.
Hundido en la ilusión, el ser distinto reviste innumerables formas que le confieren la energía externa del Señor.
Los cuerpos variados que toman prestados los seres distintos son tantos como los trajes que les atribuye la energía externa e ilusoria del Señor con el fin de satisfacer sus deseos de disfrute material según uno u otro de los tres gunas. En efecto, la energía material o externa está constituida por los tres gunas: la virtud, la pasión y la ignorancia. Incluso cuando actúa en la naturaleza material, el ser distinto disfruta de cierto libre arbitrio a través del cual puede elegir reencarnarse en uno u otro de los cuerpos materiales que le ofrece la energía externa. Así, existen 900.000 especies acuáticas, 2.000.000 de especies vegetales, 1.100.000 especies de reptiles y gusanos, 1.000.000 de especies de aves, 3.000.000 de especies de mamíferos y 40.000