La persona que destruye los árboles mediante el fuego en el bosque o en cualquier otra zona boscosa olvida que al hacerlo está matando a un número considerable de seres vivos que viven entre los árboles, que viven en sus ramas o descansan en ellos, a nivel del suelo o bajo tierra. Olvida que al destruir los árboles también está destruyendo muchas otras plantas, que también tienen derecho a vivir y, por tanto, a existir. Tendrá que responder por todos estos crímenes ante la justicia divina.
En general, está prohibido cortar los árboles, ya que dan cobijo a muchos seres vivos, pájaros, insectos, hormigas, mariposas, orugas, abejas, mamíferos, etc., pero está especialmente prohibido cortar y, por tanto, destruir los árboles que dan frutos suculentos y flores, ya que sirven de alimento a los seres humanos, pero también a muchos animales de diversas especies.
Enviar animales de diversas especies a los mataderos para que los maten y descuarticen, sacar los peces del agua y dejarlos morir de asfixia para comercializar sus cadáveres, comer su respectiva carne, son los pecados más abominables de los que tendremos que responder. Podemos escapar de la justicia humana, pero de la justicia de Dios, sabed que es imposible.
El Señor condena la matanza de animales.
Krishna, Dios, la Persona Suprema condena a todos aquellos que matan animales terrestres y acuáticos y se atreven a comer su carne, como lo expresa en esta reflexión a un pescador:
«Debe haber cometido el delito de sacrificar animales, ya sea en la caza o en el curso de su política. Para recuperar tu pureza, simplemente dedícate a la práctica del servicio devocional y mantén tu mente constantemente absorta en Mí. Se acerca el momento en que serás eternamente libre de las consecuencias de estos actos sórdidos.»
Servir al Supremo Eterno con amor y devoción es el único valor por el cual es posible ganar el favor de Krishna, y es el único camino que conduce al éxito final en la conciencia de Dios.