Para ello, debemos ahora: obedecer a Dios, hacer Su voluntad divina y actuar siempre con prontitud según Su voluntad; renovar el vínculo de amor que nos une a Él; vincular nuestros deseos, intereses y proyectos a los Suyos; dejar definitivamente de abortar y matar animales terrestres y acuáticos en mataderos, en mar abierto, en piscifactorías y estanques de acuicultura, en cualquier otro centro de muerte, en ríos y en cualquier otro lugar; no volver a comer carne, pescado ni huevos. y pondrá fin definitivamente a la extracción de combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón.
La causa será entonces eliminada y el hombre ya no vivirá en pecado. Un ser humano digno, honesto y virtuoso obedece a Dios y hace todo lo que Él dice sin falta, se entrega al Señor y le sirve con amor y devoción. El Señor Krishna lo tomará entonces bajo su protección; nada le volverá a suceder.
El Señor Krishna dice: Entrégate completamente a Mí, y te tomaré bajo mi protección y te protegeré de todo peligro. Experimentarás paz absoluta y alcanzarás mi morada eterna y suprema.
Deseo ver felices a todos los seres de este mundo.
Asegurémonos también de prohibir toda forma de contaminación.
Como los diversos tipos de plástico que contaminan ríos, arroyos y océanos, enferman a muchos seres vivos, humanos y animales terrestres y acuáticos. Enferman y mueren al ingerirlos, sin mencionar el propio medio ambiente y la tierra, que ve su rendimiento disminuido y destruido.
Además, es imperativo que dejemos de fabricar o vender vehículos de combustión, ya que contribuyen a la contaminación ambiental y enferman a los seres vivos: humanos, animales terrestres y acuáticos, así como a las plantas, desde briznas de hierba hasta grandes árboles.
También es imperativo prohibir todos los pesticidas, ya que son productos peligrosos que matan a todos los seres vivos, contribuyen a los cambios fisiológicos en su ser y les causan sufrimiento mental, psicológico y emocional.
Además, los pesticidas destruyen el medio ambiente y la tierra misma.
Que todos los contaminadores sepan que sufrirán terriblemente en su próxima vida, porque la justicia divina los castigará por los pecados injustos que han cometido. Una ley divina dice: «Lo que has hecho, te será hecho».
Si las masas quieren salvarse de esta reacción en cadena de asesinatos, vida tras vida, deben dedicarse ahora a desarrollar la conciencia de Krishna, la conciencia de Dios, y a abandonar todas las actividades pecaminosas.


