Aquel que no puede liberar a quienes dependen de él del ciclo de muerte y renacimiento, nunca debe convertirse en maestro espiritual, padre, esposo, madre o ser celestial.
Mi cuerpo espiritual y absoluto (todo conocimiento, dicha y eternidad), se parece en todo a la forma humana, pero no es un cuerpo material, es inconcebible.
No estoy obligado por la naturaleza a aceptar un tipo de cuerpo particular. Es por mi propia voluntad que elijo la forma en que aparezco.
Mi corazón también es espiritual y siempre estoy lleno de benevolencia hacia mis devotos. Así que uno puede descubrir en mi corazón el camino del servicio devocional destinado a los devotos, mientras que yo he rechazado la irreligión y las actividades no devocionales, ellas no tienen ningún atractivo para mí. Debido a todos estos atributos divinos, generalmente se me reza como Rishabhadeva, el Señor Supremo, el mejor de todos los seres vivos.
Queridos hijos, todos vosotros habéis nacido de mi corazón, que es la sede de todas las cualidades espirituales.
Así que no seáis como los materialistas y los envidiosos. Déjalo en manos de tu hermano mayor, Bharata, quien es muy competente en el servicio devocional. Si os esforzáis por servirle, me serviréis al mismo tiempo, y gobernaréis automáticamente a vuestros súbditos.
Entre las creaciones producidas por las dos energías manifestadas (espíritu o alma y materia inerte), las que poseen fuerza vital (vegetales, hierbas, árboles y plantas en general) dominan sobre la materia inerte, la piedra, la tierra, etc.
A su vez, los reptiles, gusanos y serpientes, que son capaces de moverse, superan a las plantas inmóviles, y los animales cuya inteligencia está desarrollada son superiores a los propios reptiles.
Los seres humanos son superiores a los animales, y los fantasmas son superiores a los seres humanos, porque no tienen cuerpos físicos.
Por encima de los espectros están los Gandharvas (cantantes y músicos celestiales), y aún más arriba están los Siddhas (seres perfectos, devotos consumados, seres celestiales), luego los Kinnaras (seres sobrehumanos, con poderes sobrenaturales), y finalmente los asuras (seres malvados, incrédulos demoníacos, incrédulos ateos).
Por encima de los asuras vienen los devas (los seres celestiales que habitan los planetas edénicos y paradisíacos que conforman la región superior de la galaxia), sobre los cuales reina Indra, el rey de los cielos.
Los hijos directos de Brahma (el primer ser creado, demiurgo y gobernante de nuestra galaxia, colocado en esta posición por Krishna, Dios, la Persona Suprema), incluido el rey Daksa, prevalecen sobre Indra, y entre los hijos de Brahma, Siva es el más grande.