Por los caminos que os he mostrado, os liberaréis de la ignorancia ligada al deseo de disfrutar de vuestras acciones, y el nudo del apego que ata vuestro corazón se deshará definitivamente.
Para progresar más, debes abandonar aún más los medios utilizados, es decir, debes evitar apegarte al proceso que conduce a la liberación.
Quien desea seriamente regresar a Dios, a su hogar original, debe considerar la misericordia del Señor Soberano como el bien último y el objetivo principal de la existencia.
Ya sea un padre que educa a sus hijos, un maestro espiritual que guía a sus discípulos o un rey que aconseja a sus súbditos, cada uno debe instruir a los suyos como yo lo he hecho con vosotros. Y aunque el discípulo, el hijo o el súbdito se muestre a veces incapaz de seguir las instrucciones, es necesario, no obstante, continuar instruyéndolo sin enojarse.
En cuanto a los ignorantes, que se involucran en actos virtuosos o impíos, de una forma u otra se les debe obligar a participar en el servicio devocional. Además, deben evitar siempre las acciones que sólo buscan su propio beneficio.
¿Qué se ganaría con someter a un discípulo, hijo o ciudadano privado de visión espiritual a actividades kármicas?
Actuaríamos como quien conduce a un ciego a un pozo profundo y lo hace caer en él.
Debido a la ignorancia, los materialistas no saben nada sobre su verdadero interés y el camino hacia el éxito en la vida. Sus deseos lujuriosos los encadenan al disfrute material, y todos sus planes están diseñados para este fin. Para la gratificación fugaz de sus sentidos, estos individuos crean una sociedad basada en la envidia.
Este estado mental les hace hundirse en un océano de sufrimiento, y en su estupidez, ni siquiera se dan cuenta de ello.
¿Cómo puede un ser verdaderamente erudito, misericordioso y avanzado en el conocimiento espiritual incitar a la acción egoísta al ignorante apegado al camino del samsara (el ciclo de reencarnaciones repetidas, o muertes y renacimientos sucesivos), y así enredarlo aún más en las trampas de la existencia material?
Si un hombre bueno ve a un ciego que va por un camino peligroso, ¿cómo puede dejarle continuar su camino?
¿Cómo podrá alentarle en su error?
Ningún hombre sabio y benévolo puede tolerar esto.