El servicio absoluto surge sólo del amor espontáneo, de sentimientos y afectos sublimes que ofrecemos con tremenda alegría, deseosos de hacer feliz y complacer al Señor Krishna. Un pálido reflejo de tal cualidad de servicio se encuentra en el que una madre ofrece a su hijo, un amigo a su amigo o una esposa a su marido. De hecho, estas tres formas de servicio no son impuestas, sino impulsadas únicamente por el amor.
Pero comprendamos que en este mundo material, ni siquiera el servicio ofrecido con amor tiene el mismo alcance. Este servicio es sólo un reflejo distorsionado del servicio que se encuentra en el mundo espiritual, en contacto con el Señor Krishna, que es el verdadero servicio, el servicio vinculado al amor que cada ser ofrece a Krishna, e intercambia con Él. Ahora bien, este mismo servicio, imbuido de amor espiritual, puede realizarse aquí en la tierra, con devoción.
Servir a Dios con amor y devoción permite ser consciente de ser un alma espiritual, también llamada entidad espiritual, y no el cuerpo de materia densa en el que residimos mientras vivimos en este mundo.
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Atributos del devoto puro de Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Una persona que es consciente de Krishna, Dios, la Persona Suprema, y que se dedica por entero al sublime servicio de amor ofrecido al Señor, adquiere las virtudes divinas que poseen los seres celestiales.
Siempre benevolente con todos, el devoto no busca pelea con nadie. Su interés está en la esencia de la vida, que es de naturaleza espiritual. Igualmente dispuesto hacia todos, nadie puede encontrar defectos en él. Su mente magnánima es siempre pura y desprovista de toda obsesión material.
Benefactor de todos los seres vivos, de todos los seres humanos sin excepción, de todos los animales terrestres y acuáticos, y de todas las plantas en su diversidad, es pacífico y siempre está rendido a Krishna. Desprovisto de deseos materiales, es muy humilde y decidido.
Habiendo vencido los seis defectos materiales: la concupiscencia, la ira, la codicia, la locura, el engaño y la envidia, no come más de lo necesario.
Siempre cuerdo y respetuoso, no busca respeto por sí mismo. Es serio, misericordioso, tolerante, amable, poético, experto, humilde, tranquilo, reposado y silencioso. Amigo de todos los seres vivos, no tiene enemigo. Sereno, está dotado de todas las virtudes. No atormenta a ningún ser vivo, incluidos los insectos.