La naturaleza material es la causa de todos los actos materiales del hombre, y de sus consecuencias.

La naturaleza material, así como los seres separados, sepan, no tienen principio. Sus mutaciones y los tres gunas (los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material: la virtud, la pasión y la ignorancia) no tienen otro origen que la naturaleza material.

De la naturaleza se dice que es causa de todos los actos materiales y de sus consecuencias; el ser distinto, para él, es causa de los diversos placeres y sufrimientos que conoce en este mundo.

Así, el ser distinto toma, en el seno de la naturaleza material, diversas maneras de existir, y disfruta de las tres gunas: esto, porque toca a esta naturaleza. Conoce entonces sufrimientos y placeres, en diversas formas de vida.

El que puede ver que es el cuerpo, nacido de la naturaleza material, que realiza toda acción, que nunca el alma, interior, actúa, aquel en verdad ve.

Peleas por deber, sin contar tus alegrías ni tus penas, la pérdida, la ganancia, la victoria o la derrota; así nunca incurrirás en pecado.

Sé firme en el yoga. Haz tu deber, sin estar atado ni por el éxito ni por el fracaso. Esta igualdad de alma se llama yoga.

Libérate de todo acto material mediante el servicio devocional, absorbe en él. «Avaros» los que anhelan los frutos de sus actos.

Quien ha realizado su identidad espiritual no persigue ningún interés personal en el cumplimiento de sus deberes, ni trata de eludir sus obligaciones. Así, el hombre debe actuar por sentido del deber, desprendido del fruto de sus actos, porque por el acto libre de apego se alcanza el Absoluto.

Bajo la influencia de los tres gunas (los tres atributos de la naturaleza material: la virtud, la pasión y la ignorancia), el alma extraviada por el ego falso (la identificación con su cuerpo y el deseo de dominar la materia y la naturaleza material) cree ser el autor de sus actos, cuando en realidad son realizados por la naturaleza.