Palabras de sabiduria, la sabiduria de Dios
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Krishna, Dios, la Persona Suprema, totalmente impregnada de perfecciones, posee innumerables poderes, todos ellos divididos en tres grupos principales, correspondientes a las tres energías primarias del Señor. Su energía espiritual, así como la energía marginal, constituyen Su energía superior, mientras que la energía material, que surge de la ignorancia, constituye Su energía inferior.

Los seres vivos o almas espirituales, que pertenecen a la energía marginal, están situados entre la energía espiritual superior y la energía material inferior. Dependiendo de si están más cerca de la energía espiritual o de la energía material, los seres vivos experimentan niveles de existencia más altos o más bajos. El alma individual condicionada por la naturaleza material encarna la energía marginal bajo la influencia de la energía externa o material. Sin embargo, cuando la energía marginal se coloca bajo el signo de la energía espiritual, se vuelve digna del amor de Dios.

En cuanto a nosotros, los seres vivos, constituimos la energía marginal del Señor, que es superior a la energía externa o material. La energía marginal superior del Señor es incompatible con la energía material. Pero cuando los seres separados que constituyen la energía marginal superior restablecen el vínculo con la energía interna, recuperan su condición de alegría y felicidad.

Krishna, Dios, la Persona Suprema, es la reserva de todo conocimiento, placer y eternidad. El conocimiento supremo de Krishna se manifiesta a través de tres energías: la interna, la marginal y la externa.

A través de su energía interna existe en sí mismo con su entorno espiritual, a través de su energía marginal se manifiesta en forma de los seres vivos que todos somos, y a través de su energía externa se manifiesta en forma de energía material. Y la manifestación de cada una de estas energías descansa sobre un fondo de eternidad, dicha y conocimiento.

Sólo Aquel para quien todo está originalmente destinado, el Señor Soberano, tiene asegurada la victoria en todo momento. Él es el iniciador de la creación, conservación y destrucción del universo, y tiene conocimiento de todo. Estando bajo su dependencia y obligados a revestirse de cuerpos materiales, los seres subordinados a Él a veces ganan y a veces pierden.

El Señor dice: Yo estoy en el corazón de cada ser, y de Mí vienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido.

Bajo la influencia de las tres gunas (los tres atributos de la naturaleza material: la virtud, la pasión y la ignorancia), el alma engañada por el falso ego (identificación con el cuerpo y dominio de la materia) cree que es la autora de sus actos, cuando en realidad los realiza la naturaleza.

En una pelea, por ejemplo, los oponentes actúan según la voluntad de Dios, la Persona Soberana, que es el Alma Suprema.

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