Por ello, el Señor nos aconseja actuar por deber, sin apego a los frutos de la acción. No querer participar en la acción o no querer actuar es otra forma de apego. Buenos o malos, los apegos materiales son siempre una causa de esclavitud y nunca pueden ayudarnos a liberarnos de la condición material.
La inacción, en cambio, es condenable. Por lo tanto, el único camino hacia la salvación es actuar como lo exige nuestro deber. Todos somos servidores eternos de Krishna, Dios, la Persona Suprema. Por eso nuestro deber original, natural y eterno es servirle con amor y devoción. Debemos ceñirnos a esto.
El Señor dice: Sed firmes en el yoga. Cumple con tu deber sin estar atado al éxito o al fracaso. Esta igualdad del alma se llama yoga.
El Señor Krishna nos dice que sigamos el camino del yoga, pero ¿qué es este yoga?
La palabra «yoga» significa concentración en el Absoluto (Krishna) mediante el control de los sentidos, que suelen estar constantemente agitados. Y este Absoluto es el Señor Supremo, Krishna.
Si el Señor nos pide que actuemos y, por tanto, que realicemos una determinada obra, no debemos preocuparnos por el resultado de esa prueba. El éxito, la victoria, está en manos de Dios. Sólo tenemos que seguir sus instrucciones. Seguir las instrucciones de Krishna es el verdadero yoga, que encuentra su aplicación práctica en la conciencia de Dios o conciencia de Krishna. Es la única manera de renunciar al instinto de posesión.
Si uno quiere realizar sus deberes siendo consciente de Krishna, debe convertirse en Su siervo, o en el siervo de Su siervo. Esta es la única manera de progresar en el camino del yoga.
El propósito de la existencia es satisfacer a Krishna. No es a uno mismo a quien hay que tratar de satisfacer, como se cree en el mundo material, sino a Krishna. Debemos unir nuestros deseos con los de Dios, unir nuestro interés con el del Señor Krishna, y así hacer su voluntad divina.
El Señor dice: Libérate de todos los actos materiales mediante el servicio devocional, absórbete en él. Los que aspiran a los frutos de sus actos son «avaros».
El hombre que se da cuenta plenamente de su naturaleza básica como siervo del Señor abandona todas las ocupaciones que no sean las que realiza en conciencia de Krishna. El servicio devocional consiste en servir al Señor con amor puro, que es el mejor camino para todos los seres.
El que busca disfrutar de los frutos de su trabajo, cuando esto sólo puede enredarlo más en las trampas de la existencia material, no es más que un avaro. Cualquier acción realizada con cualquier otro propósito que no sea el de complacer a Krishna es
perjudicial, ya que siempre mantiene al realizador en las cadenas del ciclo de la muerte y de los repetidos renacimientos o reencarnaciones.
Nunca hay que desear ser el iniciador de la acción. Todo debe hacerse en plena conciencia de Krishna, sólo para Su placer.
El avaro no sabe cómo utilizar la riqueza que ha adquirido por suerte o por trabajo duro, y como él, el desafortunado no utiliza su energía humana en el servicio del Señor.
Por el contrario, uno debe gastar todas sus energías en el servicio de Krishna. Quien lo hace, ve su existencia coronada por el éxito.