todas sus partes y miembros crecerán, de lo contrario el cuerpo no crecerá. Un niño muerto no crece, porque el alma ya no está presente. Si, a pesar de un cuidadoso estudio del cuerpo, no podemos descubrir la existencia del alma, es por nuestra ignorancia. ¿Cómo puede un hombre comprender el alma, esa diminuta partícula de energía espiritual del tamaño de una diezmilésima parte de la punta de un cabello?
En verdad, es la fuerza vital la que da al alma su poder, y ésta descansa en el alma individual y en el Alma Suprema, Dios, y es a través de la presencia de esta fuerza vital que el cuerpo se desarrolla y crece. Por lo tanto, más allá de la existencia del cuerpo, existe el Alma Suprema y el alma individual, que residen en el corazón del ser vivo, humano o animal.
Este es el primer hito del conocimiento espiritual. El cuerpo existe debido a la presencia del Señor Supremo que activa los sentidos así como la mente en él, y permite que el alma individual, un pequeño fragmento, una parte integral de la Persona Divina, Krishna, lo utilice a su conveniencia.
El alma espiritual es, por naturaleza, una entidad espiritual asexuada y, por tanto, no es ni masculina ni femenina. El alma no tiene pasado, presente ni futuro. No envejece como el cuerpo, pues es eternamente joven, ni engendra descendencia.
Siendo por naturaleza de esencia espiritual, una pequeña partícula, una parte integral del Señor Krishna, el alma debe desprenderse de la materia y volver al mundo espiritual, de donde se originó, y donde está su morada original. Este es el verdadero objetivo de la existencia.
Logos 478
El Señor nos revela que en realidad, bajo la influencia de las tres gunas, el alma engañada por el falso ego cree que es la autora de sus actos, mientras que en realidad son realizados por la naturaleza.
Las tres gunas: los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material: virtud, pasión e ignorancia.
El falso ego: identificación con el cuerpo y dominio de la materia.
A través de sus diversas energías, Dios castiga a los seres según su karma.
Las Formas, los Nombres, los Entretenimientos, los Atributos, los Compañeros y las Energías del Señor Supremo, todos los cuales son parte del Absoluto, no difieren de Él de ninguna manera.
Su energía absoluta, por ejemplo, actúa en consonancia con su omnipotencia [omnipotencia, poder de decisión absoluto, sin límites]. Única, se manifiesta de tres maneras diferentes: como energía interna, externa o marginal, y el Señor en su omnipotencia puede lograr cualquier cosa que quiera a través de cualquiera de estas tres energías. Así, por Su sola voluntad, Él puede transformar la energía externa en energía interna, e igualmente, esta energía externa, que sirve para engañar a los seres que la desean, puede, por la gracia del Señor, eliminar el peso de su influencia cuando el alma condicionada se arrepiente de sus faltas y toma el camino penitencial. Esta misma energía puede, a partir de ese momento, contribuir a la purificación del ser que progresa en el camino de la realización espiritual.