Palabras de sabiduria, la sabiduria de Dios
Página 612 de 671

E incluso si crees que el alma no tiene fin por el nacimiento y la muerte, no tienes razón para afligirte.

La muerte es segura para el que nace, y el nacimiento es seguro para el que muere. Ya que debes cumplir con tu deber, no debes afligirte de esta manera.

Todas las cosas creadas son originalmente inmanifestadas. Se manifiestan en su estado transitorio, y cuando se disuelven, se vuelven inmanifestadas. ¿De qué sirve lamentarse por esto?

Algunas personas ven el alma, y es una maravilla para ellos. También otros hablan de ella, y otros oyen hablar de ella. Sin embargo, hay algunos que, incluso después de oír hablar de ello, no pueden concebirlo.

El que está sentado en el cuerpo es eterno, no puede ser asesinado. Por lo tanto, no tienes que llorar a nadie.

El alma espiritual es auto-luminosa. Parece una bola luminosa.

El alma espiritual es inagotable, trascendental, pura, luminosa, no cubierta por ninguna materia. El alma espiritual es un minúsculo fragmento de Dios, una chispa de su resplandor divino, una partícula de antimateria tan sutil como un solo átomo espiritual, lo que la hace invisible al ojo humano, pues tiene el tamaño de una diezmilésima parte de la punta de un cabello.

En verdad, el alma tiene un cuerpo espiritual del que, como el Señor Krishna, emerge un resplandor que la envuelve y le da así la apariencia de una bola luminosa muy hermosa. Este resplandor es muy fuerte, no es cegador y es inmaculadamente blanco. Por eso, verlo es una auténtica maravilla.

El Señor dice a este efecto: El alma en el cuerpo es autoluminosa y está separada del cuerpo grueso de materia densa visible y del cuerpo sutil, etéreo e invisible. Esta sigue siendo la base fija de la modificación de la existencia corporal, al igual que el cielo etéreo es el fondo inmutable de la transformación material. Por eso el alma es infinita y sin comparación material.

Sólo el alma espiritual ilumina todo el cuerpo con la conciencia. La conciencia es la prueba concreta de la presencia del alma en el cuerpo.

La conciencia es una manifestación del alma, el principio principal, la esencia del alma espiritual, la energía principal del alma, es el alma misma. El alma está presente en el corazón del ser vivo, del ser celeste, del ser humano, del animal y del vegetal, es la fuente de todas las energías que sostienen el cuerpo. La energía del alma está repartida por todo el cuerpo, tal es la conciencia, y es gracias a esta última repartida por todo el cuerpo que el alma manifiesta su omnipresencia en el cuerpo en el que se encuentra y que mantiene vivo por su fuerza vital.

Facebook

VISITANTES

4786627

Visitantes en línea

4786627





Visitantes por país