En verdad, las almas espirituales individuales distintas de Dios, que cada uno de nosotros es, son átomos espirituales también llamados chispas espirituales, diminutos fragmentos eternos, diminutas parcelas eternas, partes integrales de Krishna, Dios, la Persona Suprema, componentes infinitesimales de ese resplandor, esa deslumbrante luminosidad, esa luz absoluta. Este resplandor es ilimitado, inconmensurable, infinito.

El Señor revela el alma tal y como es en realidad.

El Bendito Señor dice:

Nunca hubo un tiempo en el que no existiéramos, yo, tú y todos estos reyes, y nunca ninguno de nosotros dejará de serlo.

En el momento de la muerte, el alma toma un nuevo cuerpo, con la misma naturalidad con la que pasó al anterior, desde la infancia a la juventud y luego a la vejez. Este cambio no perturba a quienes son conscientes de su naturaleza espiritual.

Los maestros de la verdad han llegado a la conclusión de que lo real es eterno y lo ilusorio impermanente, y esto después de estudiar sus respectivas naturalezas.

Sabed que lo que penetra en todo el cuerpo no puede ser destruido. Nadie puede destruir el alma imperecedera.

El alma es indestructible, eterna y sin medida. Sólo los cuerpos materiales que toma prestados están sujetos a la destrucción.

Ignorante es aquel que cree que el alma puede matar o ser matada. El sabio sabe que ni mata ni muere.

El alma no conoce ni el nacimiento ni la muerte. Vivir, nunca dejará de ser. No nacido, inmortal, original, eterno, nunca tuvo un principio y nunca tendrá un final. No muere con el cuerpo.

¿Cómo puede matar o hacer matar quien sabe que el alma no ha nacido, es inmutable, eterna e indestructible?

En el momento de la muerte, el alma se reviste de un nuevo cuerpo, el antiguo ya no es necesario, al igual que uno se desprende de la ropa gastada para ponerse otra nueva.

Ningún arma puede partir el alma, ningún fuego puede quemarla, ningún agua puede mojarla, ningún viento puede secarla.

El alma es indivisible e insoluble. El fuego no lo alcanza, no se puede secar. Es inmortal y eterno, omnipresente, inmutable y fijo.

Se dice del alma que es invisible, inconcebible e inmutable. Sabiendo esto, no debes lamentarte por el cuerpo.