Logos 465
Como Dios, que es la pureza personificada y la esencia pura del amor, seamos también seres llenos de amor.
En efecto, el amor difunde la fragancia de la esperanza, la alegría, la dicha, la belleza y la luz del corazón y la mente, y la maravillosa energía divina que mantiene el universo en armonía.
El amor difunde la bondad, la compasión, la benevolencia, la generosidad, la gentileza, la amabilidad, la paciencia, la sencillez, la humildad, la verdad, la obediencia, la justicia, la equidad, la tolerancia, la fraternidad, y purifica el corazón y la mente.
El amor bloquea y destruye el mal en todas sus formas, reduce al diablo, a satán y a los seres demoníacos a la nada, y aniquila el miedo y la duda.
El Señor Supremo, Krishna, se da a conocer y se revela a todos aquellos que le buscan con todo su corazón, que le aman, que le obedecen y hacen su divina voluntad, y que quieren servirle con amor, devoción y humildad. Esto es el amor de Dios.
Nadie puede conocer a Dios perfectamente. Pero quien se acerca a Él a través del servicio del amor absoluto puede obtener del Señor el favor de conocerlo como realmente es. El Señor Supremo, por su divina misericordia, se le revelará. Los que tienen una fe inquebrantable en Dios lo conocerán.