Palabras de sabiduria, la sabiduria de Dios
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Aunque los seres individuales distintos de Dios, las almas espirituales, son parte integrante del Señor Supremo y son puramente espirituales, no por ello dejan de sufrir en este mundo, luchando con las vicisitudes de la existencia, debido a la mente y los sentidos. Para escapar de esta lucha ilusoria por la existencia y la felicidad en este mundo, debemos dominar nuestra mente y nuestros sentidos, y desprendernos de las condiciones materiales. En ningún momento debemos descuidar la práctica de la austeridad [no tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, no comer carne, pescado y huevos, no consumir drogas y estimulantes como el alcohol, los cigarrillos, el café, el té, y no apostar] y la penitencia, debemos aplicarnos siempre a ella.

Si el espiritualista trascendentalista permite que su mente se desborde y no se controle, la mente se inclinará ante enemigos como la lujuria, la ira, la codicia y la envidia, que seguramente destruirán al espiritualista.

La mente incontrolada, con su concupiscencia, ira, codicia, locura, envidia y engaño, puede sin duda destruir al espiritualista. En efecto, una vez dominado por la mente, el espiritualista vuelve a caer en el nivel material. Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con la mente.

La mente es la fuente de la concupiscencia, la ira, el orgullo, la codicia, la envidia, la pena, el engaño y el miedo, todo lo cual se combina para esclavizar al ser a la acción egoísta.

La mente es la causa original de la esclavitud a la materia, y muchos de nuestros enemigos la acompañan, como la ira, el orgullo, la codicia, la pena, la ilusión y el miedo.

La mejor manera de permanecer siempre en control de la mente es absorberla en la conciencia de Krishna o la conciencia de Dios. Y como las tendencias malignas que escoltan a la mente nos atan a la materia, debemos tener mucho cuidado de no poner nuestra confianza en ella, pues es a la vez nuestro mejor amigo y nuestro peor enemigo. Es poniendo a Dios en nuestra mente a través del canto de los Santos Nombres del Señor que podemos dominar nuestra mente así como nuestros sentidos. Este canto también nos permite purificarnos.

Haré Krishna, haré Krishna, Krishna Krishna, haré haré / Haré Rama, haré Rama, Rama Rama, haré haré.

Este canto en sánscrito significa: Oh Señor, oh fuente de toda felicidad, por favor hazme tu amado servidor.

Cuando la mente y los sentidos se purifican, toda la existencia se purifica, y uno se libera de todas las designaciones materiales. Uno deja de pensar en sí mismo como un ser celestial, un ser humano, un animal, un judío, un cristiano, un musulmán u otros, un americano, un europeo, un africano, un asiático u otros.

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