Logos 434
Hay que escuchar al que sabe, porque el conocimiento que imparte lo ha recibido del Supremo Señor Perfecto.
Ya es hora de despertar y luchar contra la filosofía materialista atea que nos mantiene en la oscuridad del verdadero conocimiento espiritual, en la ignorancia y nos hace esclavos y prisioneros de la materia.
Ya es hora de escuchar a Krishna, Dios, la Persona Suprema, que por Su benevolente misericordia nos ha dado los Vedas, las sagradas escrituras originales, el verdadero evangelio, para ayudarnos a salir de la oscuridad y entrar finalmente en la luz y la verdad.
Ya es hora de que conozcamos a Krishna, a Dios, a la Persona Suprema como realmente es, y de que comprendamos que al conocer quién es Él, también descubrimos toda la verdad absoluta, porque Él es la Verdad Absoluta.
Ya es hora de que sepamos que en realidad somos un alma espiritual y que nuestros respectivos cuerpos no son más que un vestido que nos hemos puesto, o un vehículo por el que podemos desplazarnos.
Ya es hora de que sepamos que un vínculo inquebrantable y eterno nos une, nos une a Krishna, y que no podemos separarnos de Él.
Ya es hora de que sepamos que el universo material en el que vivimos es impermanente, temporal, porque un día será destruido, y que existe otro mundo, permanente y eterno, el mundo espiritual, el reino de Dios, que no es otro que el mundo verdadero.
Ya es hora de que comprendamos que debemos volvernos al Señor Supremo y resolver obedecerle, practicar sus preceptos, sus mandamientos, unir nuestros intereses a los suyos, rendirnos a Él y servirle con amor y devoción, con vistas a regresar a su reino eterno y absoluto, donde reside la verdadera vida y la infinita felicidad real.
Krishna, Dios, la Persona Suprema es el objetivo último de la existencia.
Sí, obedezcamos a Dios, hagamos sólo su voluntad y apliquemos sus leyes y mandamientos. Pero si queremos vivir en santidad, apliquemos al pie de la letra los principios reguladores del Señor Supremo, que son los siguientes:
No comerás carne, pescado ni huevos.
No tendrás relaciones sexuales fuera del matrimonio.
No tomarás ninguna droga, ni ninguna sustancia excitante o embriagadora, como el alcohol, los cigarrillos, el café y el té.
No debes apostar.
Así es la perfección de la vida.